El diputado provincial de Proyecto Corrientes Rufino Fernández resaltó “la importancia del consenso obtenido por nuestra Ley de Prevención del Bullying, que logró media sanción en la Cámara baja y se encamina al Senado con muchas posibilidades de ser aprobada y entrar en vigencia para velar por la sana convivencia entre los alumnos de toda la provincia”.
El legislador de Proyecto Corrientes recordó que el proyecto presentado por su bloque propone la creación de Comités de Convivencia Escolar en cada establecimiento educativo, los cuales estarán conformados por docentes, tutores y alumnos con la misión de monitorear, investigar hechos de acoso u hostigamiento físico o psicológico contra estudiantes.
La propuesta de Rufino consiste en "un sistema de prevención de episodios de violencia definidos como un flagelo social moderno con un nombre cada vez más familiar: bullying”.
“Se trata de las manifestaciones de violencia física o psicológica por parte de niños y adolescentes en perjuicio de otros, una realidad reconocida como un drama social en la mayoría de los países del mundo”, resaltó el diputado y titular del gremio docente AMET.
Rufino expresó su convicción de que “en el Senado, con el impulso que también el senador Gustavo Canteros le dará a esta iniciativa, contaremos con el apoyo necesario para combatir al bullying, a esta altura reconocido como un enemigo de cuidado para la correcta formación de nuestras futuras generaciones”.
La Ley en cuestión tiene como eje los Comités de Convivencia Escolar, diseñados como observatorios del comportamiento cotidiano de los alumnos y preparados para recibir denuncias de víctimas o testigos de situaciones de riesgo.
La idea básica es que, ante la comprobación de esos hechos, el grupo humano que conforma el comité convoque a otros docentes, padres y especialistas en psicología del Ministerio de Educación para actuar preventivamente antes del agravamiento de un cuadro de violencia escolar.
El autor del proyecto destacó en sus fundamentos que el bullying es un mal de la modernidad que “en realidad siempre ha estado presente en los establecimientos educativos” con la diferencia de que “en la actualidad hemos tomado conciencia de sus efectos y lo identificamos como un problema a resolver”.
“Para comprender su incidencia negativa y el calvario que representa para muchos chicos o adolescentes, basta con dialogar con los alumnos que pueden estar siendo víctimas de acoso o situaciones de violencia; nos encontraremos con verdaderas situaciones dramáticas que alteran la vida y la conducta de nuestros jóvenes por años”, aseveró Rufino.
Lunes, 10 de diciembre de 2012