Será en la madrugada del martes y tendrá como protagonistas a más de 300 marinos que serán evacuados por orden del Gobierno. La embarcación continúa retenida en un puerto de Ghana por un reclamo de acreedores. Casi un mes y medio antes de la fecha original prevista para su retorno al Puerto de Buenos Aires, los tripulantes de la Fragata ARA Libertad serán testigos de una especial despedida en el 43º viaje de instrucción.En las primeras horas del martes, el Capitán de Corbeta Eduardo Llambí ordenará a los jefes de brigada que los guardiamarinas que se presenten en formación, de espaldas a la proa del buque por riguroso orden de promoción, de babor a estribor.
Al mismo momento, Rogelio Cari, Suboficial Mayor veterano de la Guerra de Malvinas, hará formar al personal de suboficiales y marineros de la nave. Ellos lo harán sobre una banda y sobre la otra formará la banda de música.
Cuanto todo esté listo, la banda ejecutará "honores" y el comandante de la Fragata ARA Libertad, Capitán de Navío Pablo Lucio Salonio, ingresará a la ceremonia seguido un paso atrás por su segundo, Capitán de Fragata Carlos María Allievi.
Tras los saludos militares correspondientes, el oficial de ceremonia perdirá permiso para "iniciar la ceremonia". Sin dudas ese será uno de los puntos de mayor emoción, al entonar las palabras del Himno Nacional Argentino.
Tras la entonación, un guardiamarina argentino y uno en representación de los invitados extranjeros harán uso de la palabra, mientras el Capitán Salonio se prepara para las suyas, en que despedirá a sus cadetes. Palabras que intentarán confortar a una dotación que será diezmada.
Las palabras del Comandante finalizarán con la última orden: "Desembarcar". Tras ello, la dotación entonará la "Marcha de la Armada" y se dará por finalizada la ceremonia.
Faltarán los cientos de embarcaciones deportivas que año tras año se aglomeran en Rada La Plata para acompañar a la Embajadora de los Mares en sus ultimas millas. No estarán los gavieros engalanando las gavias con sus uniformes de época y lejos estarán los gritos de alegría de cientos de familiares y amigos de la dotación agitando sus pañuelos.
Mucho menos la plana mayor de la Armada y las otras fuerzas esperando la colocación de la planchada para subir al buque.
Sólo los esperan el par de micros conseguidos por la embajadora argentina en Nigeria, Susana Pataro, y en menos de dos horas quedarán a bordo un puñado de hombres para atender las necesidades básicas del buque.
Martes, 23 de octubre de 2012