Después de un duro post operatorio que lo conectaron a un corazón artificial, Renzo de dos años, se despertó ayer y "le pidió a la mamá que lo levante" dijo su abuelo. Está lúcido y los médicos le reducen de a poco los sedantes.
Con la esperanza intacta, el abuelo Jorge Ramos contó a www.ellitoral.com.ar que el niño está lúcido y quiere que lo levanten de la cama en la que permanece internado en una sala post quirófano del Garraham. Posiblemente en 48 horas, lo pasarían a otra sala menos restringida.
Renzo comenzó a mostrar signos de cansancio cuando cumplió un año. Fue perdiendo la fuerza porque su corazón dejó de funcionar y su vida se volvió más lenta. Ahora, conectado a un corazón artificial, "el cambio se nota" dijo Jorge, "aunque sabemos las consecuencias pero el peque -como le dice cariñosamente a su nieto- está mejor organicamente y apto para recibir un corazón nuevo que sabemos, va a llegar pronto" remarcó.
Aunque respondió de manera óptima a esta decisión médica, el pequeño paciente no puede esperar mucho más tiempo. Sus latidos están marcados por la máquina. Sigue medicado y controlado ya que, según explicó el abuelo, al tener un elemento extraño, el organismo puede rechazarlo.
En tanto, toda la familia acompaña a Belén, la mamá de Renzo en su día. Emocionado, Jorge recordó: "Si Belén y Haroldo no hubieran tomado la decisión de luchar, otra hubiera sido la historia. A mi hija le salió la leona y me dijo: 'Renzo nos necesita' y así comenzamos a tirar para adelante".
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Un especial de Edición Nacional con la conmovedora historia de la mamá de Renzo, mañana con El Litoral.
Domingo, 21 de octubre de 2012