Los analistas advierten también sobre las dificultades que enfrenta el actual mandatario por gobernar en medio de la crisis. En cuanto a su rival, dicen que no logra explicar cómo concretará sus propuestas.El presidente Barack Obama, herido en el primer debate con el candidato republicano que quiere desalojarlo de la Casa Blanca, se impuso en el segundo duelo verbal y recuperará terreno en la contienda electoral que concluirá con los comicios del 6 de noviembre.
“El debate fue ganado por Obama, no hay dudas. Pero, pese a ello, creo que Romney también tuvo una muy buena presentación, sobre todo para sus partidarios”, dijo a Télam el analista político estadounidense Larry Gillburgh.“El Presidente lo hizo mejor en este debate”, explicó también en una entrevista telefónica Mauricio Brunghardt, profesor de historia latinoamericana de la Universidad de Loyola (New Orleans).
“Se enfrentó a Romney de una mejor manera, pero aún así es difícil para el público entender los argumentos que exponen” tanto el mandatario como el candidato republicano, Mitt Romney.
Las encuestas no dejan lugar a dudas sobre quién ganó el debate realizado en la Universidad Hoftstra de Long Island (Nueva York), donde 82 votantes indecisos estuvieron a cargo de hacer las preguntas a los dos dirigentes.
La cadena de televisión CNN dijo que el 46% de los consultados aprobó a Obama, contra el 39% que respaldó a Romney, mientras que su principal competidora le otorgó el 37% al mandatario y el 30% al republicano. El 30%, agregó, calificó el resultado del debate como un empate.
“El presidente no sólo mostró mucha más energía y claridad que en el primer debate. También se lanzó a golpear con fuerza a su contrincante y cuando fue atacado no sufrió heridas de gravedad”, subrayó Gillburgh.
El debate se centró fundamentalmente en la crisis que engendró el presidente republicano George W. Bush, después de que la administración del demócrata Bill Clinton dejó una economía pujante.
Brunghardt señaló que “la gente está muy asustada por el rumbo de la economía” y que eso es aprovechado por los republicanos.
Romney “acusa al presidente de que la economía no ha comenzado a crecer, pero el problema es que es muy difícil recuperar en unos pocos años todo lo que perdimos. No sé hasta qué punto se puede culpar a Obama por ello”.
El presidente es como todos, señaló. “Seguro que tiene defectos, quién no los tiene. Pero la realidad es que cuando Obama tomó el poder Estados Unidos estaba al borde de una gran depresión”.
Gillburgh puntualizó que “para Obama, como para cualquier presidente en ejercicio, es más difícil. Acá la gente tiene memoria corta, no ve que este país estuvo floreciente cuando Clinton lo entregó a Bush y que fue este republicano el que nos metió en la gran recesión”.
Muchos ciudadanos “dicen que Obama no ha cumplido porque la economía no está tan floreciente como en la época de Clinton. Y eso es materialmente imposible de realizar de un día para otro. La gente no sabe de crisis, no tiene experiencia como los países latinoamericanos”, añadió.
Los analistas consultados hicieron especial hincapié en que muchos ciudadanos votan por razones ideológicas, sin importar lo que diga su candidato o el contrincante, pero los indecisos buscan claridad y propuestas concretas para problemas tan agudos como la falta de trabajo y las dificultades para pagar las hipotecas inmobiliarias.
En el caso de Romney “no se puede entender lo que propone porque no lo dice. Dice que va a bajar los impuestos, que va a hacer crecer la economía, que va a crear millones de puestos de trabajo, pero nunca explica cómo lo va a hacer”, indicó Brunghardt.
“Cada uno debe detallar su plan para que podamos ver cómo va a lograr lo que se propone. Pero lo que sucede es que si Romney detalla su plan, la gente se asustaría”, añadió refiriéndose a la política republicana de favorecer a los ricos para que generen trabajo y terminen ayudando a los sectores medios o de menores recursos, concluyó.
Jueves, 18 de octubre de 2012