La ex candidata presidencial colombiana Ingrid Betancourt, quien fue rehén de las FARC durante seis años y medio, afirmó que el perdón debe ser un componente fundamental del proceso de paz que el gobierno de su país y ese grupo armado iniciarán el lunes porque “es la oportunidad de una Colombia próspera”.“En algún momento tendremos que cerrar la puerta, y de pronto nos tocó a nosotros, a esta generación nuestra, ejercitarnos en una de las opciones espirituales más difíciles que un ser humano pueda enfrentar: la del perdón”, sostuvo Betancourt en una entrevista publicada este domingo por el diario bogotano El Espectador.
“Es muy difícil el perdón, sin duda, pero la recompensa al perdón es la tranquilidad de nuestros hijos, de nuestros nietos; es la oportunidad de una Colombia próspera”, remarcó, según reseñó la agencia de noticias DPA.
La célebre ex rehén señaló que la paz es fundamental para Colombia y que para lograrla es preciso hacer concesiones. “Qué tan importante es para nosotros la paz”, desafió.
“Yo me pregunto -agregó-: ¿habría yo querido que mis abuelos hubieran perdonado para evitarme a mí el dolor de haber vivido lo que vivimos? La respuesta es sí. Y hoy en día somos nosotros los que tenemos la posibilidad de hacer ese gesto. Y para mí, ese gesto se convierte en una obligación moral, esencial. Tenemos la obligación de perdonar.”
Betancourt se declaró optimista frente al proceso de paz que comenzará mañana en Oslo, reflexionó sobre lo que puede ofrecer el gobierno a las FARC y concluyó que lo más importante que ganaría el grupo armado ilegal es la respetabilidad.
“Lo que nosotros tenemos para ofrecerles a la hora de hacer la paz no es ni dinero ni poder; ellos ya han conseguido mucha plata con el narcotráfico y con los secuestros, y con ello desarrollaron un poder territorial real”, explicó.
Y añadió: “¿Qué les podemos ofrecer que pueda ser realmente trascendental? Creo que podemos ofrecerles algo que tiene más valor que toda la riqueza o que todo el poder que hayan podido acumular: respetabilidad”.
Según la ex dirigente política, que ahora estudia teología en Oxford (Reino Unido), “las FARC han tenido que resolver una disyuntiva, a saber: que la utilización de todos los `medios de lucha` los deslegitimó como revolucionarios, porque la verdad es que el fin no es el que justifica los medios, sino los medios los que determinan el fin; hoy, a través de este proceso de paz, ellos pueden demostrarse a sí mismos, al país y al mundo, que no se convirtieron en un grupo de bandoleros”.
La ex rehén evaluó que si los negociadores firman la paz, las bases de las FARC aceptarán desmovilizarse sin mayores problemas, debido a la estructura vertical de la organización.
Afirmó también que en las FARC se registra un cambio generacional, con jefes que orillan los 50 años, y opinó que, como vivieron desde niños el conflicto armado interno, para ellos una solución política será vista como un triunfo y no como una derrota.
Asimismo, interpretó que el grupo llega a este proceso con un “debilitamiento militar obvio” y con un entorno mundial que demostró que la izquierda puede llegar al poder por la vía democrática.
Betancourt fue secuestrada por las FARC en febrero de 2002, en plena campaña de su candidatura a la Presidencia de Colombia, y fue rescatada por las fuerzas armadas en julio de 2008.
Lunes, 15 de octubre de 2012