Familiares y amigos del pequeño Renzo Salvatore Antonelli, liderados por su papá Haroldo, realizaron esta mañana una campaña de concientización por la donación de órganos.
El niño de 2 años se encuentra primero en la lista del Incucai, a la espera de un órgano para poder vivir.
"La situación de mi hijo es crítica", dijo a www.ellitoral.com.ar Haroldo Salvatore, papá de Renzo. "Está en emergencia nacional a la espera de un corazón", contó acongojado.
En las últimas horas, contó que a su pequeño hijo "le dieron dos medicamentos para que mejore la oxigenación del cuerpo"; sin embargo se tratan de paliativos ya que para que Renzo pueda seguir viviendo sólo resta la llegada de ese tan ansiado corazón.
"Está aislado en una habitación exclusivamente para él dado su cuadro delicado, completamente esterilizada, lo acompaña su mamá y su abuela materna".
Consultado por la web de El Litoral sobre cuáles fueron las señales que alertaron de que el niño padecía una patología, Haroldo dijo que "no se movia, no quedaba sentado, solo no gateaba, no caminaba si no se le ayudaba. Ahí uno siente que hay algo diferente, que no estaba bien", relató.
Un cuadro de broncoespasmo hizo que el chico fuera inmediatamente derivado al Instituo Cardiológico y de allí su internación al Hospital Garrahan en Buenos Aires, donde el chiquito espera ese corazoncito que le ayude a seguir viviendo.
"No se lo deseo a ningún padre que pase por una situación similar. Si alguien tiene la posibilidad de ayudarlo a mi hijo, que lo haga", clamó con un dejo de desesperación, entendible para un papá donde el paso del tiempo es vital para que Renzo pueda seguir sonriendo y jugando con su hermanito mayor, Valentino.
Por su parte, la abuela paterna Nelly Blanco, con lágrimas en los ojos instó a la población "que donen sangre, órganos, tejidos. Donar es dar vida. Es difícil lo que estamos pidiendo porque por alguna razón una familia pierde a ese ser querido, a su personita amada es doloroso. Pero que piense que esa vida sigue a través de otras personas", sostuvo.
Jueves, 4 de octubre de 2012