Hillary Clinton discutió con sus pares de Reino Unido, Francia, Alemania y Turquía las posibilidades de acelerar la transición en Siria. También hubo contactos con China. La secretaria de Estado estadounidense conversó con el británico William Hague, el francés Laurent Fabius, el alemán Guido Westerwelle y el turco Ahmet Davutoglu sobre los caminos posibles para acelerar la partida del presidente sirio Bashar Al Assad.Según informó la vocera Victoria Nuland, los representantes hablaron de "dar apoyo a la oposición para acelerar el día en el que el régimen caiga", además de diseñar un plan para Siria tras la salida del presidente y el envío de ayuda a los refugiados."La conversación se centró en asegurar que todos vamos en la misma dirección, en que todos compartimos la información, en que estamos pensando en cómo dividir el trabajo", aseguró Nuland.
El sábado, cuando se reunió con Davutoglu en Estambul, Clinton indicó que el "principal objetivo" de los Estados Unidos y Turquía es ayudar a que el régimen sirio caiga y detener la violencia, que se prolonga ya por 17 meses y se cobró unas 23 mil vidas.
En el mismo sentido, Nuland señaló que la Casa Blanca instó a China a que use su influencia para presionar a Assad para que detenga la represión. "Nuestra esperanza es que los chinos harán lo que puedan para alentar al régimen de Assad a detener la violencia", manifestó.
China y Rusia vetaron tres resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que buscaban hacer presión sobre Assad.
Miércoles, 15 de agosto de 2012