En un breve recorrido por el predio donde están instalados los ocupas, se pudo constatar mediante declaraciones de los vecinos, que algunas familias cazan Apereá (especie de conejo de campo) para poder sobrevivir.
La situación se torna insostenible con el pasar de los días, el frío intenso paraliza a los vecinos del barrio Pirayuí y la falta de alimento y la desesperación por dar de comer, sobre todo, a los más pequeños es desesperante.
“Alrededor de las 16 o 17 vas a ver a los chicos y a los padres de ellos correr por los alrededores para poder cazar el Apareá”, manifestó una de las vecinas que vive al borde de una zanja por donde se esconden estos roedores.
El aperea o apereá es un roedor del género Cavia natural del sur de Brasil, Uruguay, Paraguay y la pampa Argentina. Se lo conoce más como una especie de conejo de campo, que tiene aproximadamente 1 kilo de carne.
“Hasta hace algunos días los de Desarrollo Humano traían la comida, y eso nos salvaba aunque sea para dar de comer a los más chiquitos, pero ahora ni eso tenemos”, comentó decepcionado un vecino.
Al momento que Silvia, embarazada de 7 meses y con una beba en sus brazos, expresó que ella paga un alquiler pero que la plata ya no le alcanza para seguir solventando ese gasto, motivo por el cual busca un lugar en el asentamiento.
Las mañanas en el predio son más llevaderas, pero las noches se hacen muy largas y frías, sin embargo los jefes de familias soportan las heladas para que no les saquen el pedazo de tierra que lograron conseguir.
Miércoles, 1 de agosto de 2012