El fuego destruyó por completo la precaria casilla habitada por niños de 1, 3, 5, 6, 8, 10 y 12 años y su madre. Varios de ellos fueron rescatados por vecinos cuando gritaban pidiendo auxilio. Niegan versión de que la progenitora los dejó encerrados para ir a bailar.
La madrugada de ayer en el barrio Nuestra Señora de la Asunción de la capital correntina se vio alterada a raíz del incendio de una precaria vivienda habitada por una mujer y sus siete hijos menores, algunos de los cuales debieron ser rescatados por vecinos.
Además de la destrucción total de la casilla de chapas, cartón, tachos metálicos y madera, una nena de 1 año sufrió quemaduras en una pierna y la espalda. Mientras otras niñas de 5, 6 y 8 años evidenciaron principio de intoxicación por la inhalación de humo.
Las cuatro fueron asistidas por personal sanitario y trasladadas al Hospital Pediátrico Juan Pablo II.
En tanto, sus hermanitos de 3, 10 y 12 años resultaron ilesos, mientras la madre, Silvia Torres, de 31, presenta fractura en una mano debido a un golpe cuando trataba de salvar algunas pertenencias alcanzadas por el fuego.
El siniestro se produjo alrededor de las 5 en una casilla situada por calle Tupac Amarú casi Sánchez de Bustamante, en la zona Sureste de la ciudad.
Una presunta falla eléctrica generó un incendio de gran magnitud que no tardó en consumir por completo las dos habitaciones de la vivienda, alzada en un espacio de 4 metros por 3.
Al escuchar gritos de los menores la gente que habita en la cuadra comenzó a salir de sus domicilios para prestar auxilio. Dos de ellos, un matrimonio, derribaron la puerta trabada y sacaron a cuatro nenas que estaban llorando muy asustadas.
Otras personas acudieron con baldes, palanganas y cualquier otro recipiente disponible para comenzar a tirar agua.
“Llamamos un montón de veces al 911 para que vengan los Bomberos que tardaron bastante. También llamamos al 107”, explicó una vecina.
En pocos minutos las llamas alcanzaron toda la estructura. Se registró la “destrucción total de la casilla precaria, bicicletas varias, una cama cucheta con colchón y ropas de cama, una cama de dos plazas con su respectivo colchón y ropas de cama, un ropero de madera conteniendo ropas varias, un televisor color, una cocina, una mesa, sillas y otros elementos que debido al grado de deformación en que se encontraban” su dueña no pudo precisar lo que eran, indicó la Policía.
“Ahora no tienen nada, quedaron con lo puesto. Esta pobre mujer vive de lo que consigue haciendo changas porque ni siquiera tiene la asignación por hijos que está tramitando, como para decir que tiene algún ingreso”, señalaron sus vecinas.
En declaraciones a diario época, algunos habitantes de la barriada defendieron a Torres de una versión en la que se afirmaba que supuestamente ella no estaba en la casa al cuidado de sus hijos porque había ido a bailar. “Es mentira, estaba acá cuando pasó esto”.
“Solas”
Las dudas sobre este punto quedan reflejadas en el informe policial que expresa lo siguiente. Policías de la comisaría Decimoctava juntamente con efectivos de la Unidad Especial de Bomberos se constituyeron “en el lugar donde fueron informados por vecinos que momentos antes”, cuando comenzaba el incendio, “habrían escuchado gritos de auxilio provenientes del interior de la vivienda”.
Por esa razón los testigos “habrían ingresado tras violentar la puerta de acceso logrando rescatar con vida a cuatro menores hallándose aparentemente solas, sin la presencia de ninguna persona adulta”.
El informe distribuido a la prensa explica que Torres “minutos después se habría hecho presente en el lugar sufriendo un shock emocional ante la pérdida material de su vivienda”.
En caso de que haya personas interesadas en colaborar con muebles, ropas (en especial abrigo) y zapatillas para esta humilde familia pueden hacerlo en la dirección mencionada o llamando al 3794380483, perteneciente al presidente de la comisión vecinal, llamado Lorenzo.
Lunes, 25 de junio de 2012