La mujer sufrió un grave ataque hace casi tres meses. Su hijo denunció que las personas que la agredieron están libres y viven a metros de su vivienda.
Los familiares de Rufina Monzón, la anciana de 79 años que había sido brutalmente atacada por una familia vecina, a mediados de febrero, se acercaron hasta EL LIBERTADOR para hacer una denuncia pública, ya que según dijeron, la mujer continúa recibiendo amenazas de parte de los agresores.
Osvaldo Lezcano, el hijo de la mujer, explicó que a casi tres meses del ataque que recibió su madre, dentro de su domicilio del barrio Bañado Norte de la Capital, ninguno de los agresores quedó detenido. "Ella ya se recuperó de las lesiones que le quedaron por los piedrazos y las trompadas que le dieron. Pero está muy preocupada y le cuesta dormir, sabiendo que estos delincuentes están sueltos", mencionó.
IMPUNIDAD
ABSOLUTA
El hombre dijo que a pesar de la repercusión del hecho, a los pocos días, cesaron las investigaciones por parte de la policía y todos los acusados por la agresión, están libres. "Mi mamá quedó internada por varios días porque cuando la empujaron en casa, cayó sobre un espejo y los vidrios le abrieron una herida grande en la cabeza. Sabemos quienes son, no hay mucho que decir, ella misma los identificó a todos, pero hasta ahora no pasó nada", expresó Lezcano.
Los supuestos agresores son los miembros de una familia de apellido Gómez, quienes al parecer viven a dos casas del domicilio de la anciana. La señora Monzón explicó por su parte, que el enfrentamiento con esas personas vienen desde hace unos años, a causa de un juicio que ella y otros vecinos le habían ganado al jefe de esa familia.
"Me tomaron bronca desde ese momento porque nos tenían que pagar dinero. Pero no es sólo conmigo, también tienen problemas con otros vecinos. Siempre nos insultaban y nos decían muchas cosas, pero cuando entraron a mi casa y me lastimaron, comencé a tenerles mucho miedo", expresó la mujer a través de una entrevista telefónica.
Para la señora Monzón, la familia agresora actúa con mucha impunidad. "Si con lo que me hicieron la vez anterior, nadie los frenó, hasta matarme no van a parar. No puede ser que encima se crean los dueños de la cuadra y nos griten e insulten como quieren, cuando la víctima acá somos nosotros. No me dejan vivir en paz y nadie nos hace caso", agregó la anciana.
EL HECHO
El ataque que sufrió la señora Monzón ocurrió el lunes 21 de febrero en el interior de su vivienda, ubicada sobre la calle Leandro Alem al 300, dentro de la mencionada barriada. Ella misma explicó que, cuando terminó de almorzar esa tarde fue hasta la heladera que está cerca de la puerta de acceso a la casa, para guardar las sobras de un postre.
"En ese momento escuché que una de las hijas de ese hombre me gritó y cuando me di vuelta me pegaron muy fuerte en la cabeza y me empujaron contra un espejo que quedó destrozado. Cuando me di cuenta, los tenía a todos encima y comencé a gritar. Mi hijo vino de inmediato y cuando lo vieron salieron corriendo", explicó.
Por su parte, Osvaldo agregó que vio como atacaban violentamente a su madre, a pesar de que se trataba de una anciana. "Le pegaban por todos lados y la querían arrastrar hacia la calle. Yo comencé a gritar pidiendo auxilio y ahí todos escaparon. Mi mamá perdía mucha sangre por la herida de su cabeza. La ayudé a levantarse y llamé a la policía", agregó.
CON AMENAZA
DE MUERTE
La anciana fue llevada de urgencia hasta el hospital Escuela de la Capital, donde permaneció poco menos de dos días, por el profundo corte en el cuero cabelludo y otros golpes que tenía en el cuerpo. Los oficiales de la Comisaría 4ª habían tomado intervención en el caso, pero no hubo demorados por el hecho.
"Es muy feo lo que tenemos que vivir, estas personas le hacen la vida imposible a mi mamá. Cada vez que pueden le dicen que la van a matar y si ya la lastimaron una vez y quedó como si nada, lo van a volver a hacer. Ella está muy angustiada, queremos que las autoridades hagan algo para devolverle un poco de tranquilidad", finalizó Lezcano.
Martes, 22 de mayo de 2012