El Millonario derrotó por 4-2 a Atlético a pura contundencia y se transformó en el único líder del certamen, con dos puntos de ventaja sobre Instituto y tres sobre Central (aún deben jugar).
César González (PT 30m), Trezeguet (PT 34m, de penal, y ST 22m) y Sánchez (ST 41m) marcaron para el elenco de Almeyda, mientras que el Decano anotó con Fondacaro (PT 7m) y Barone (ST 38m). Flojo arbitraje de Toia.
River se trepó a la punta en Tucumán
River aprobó otro examen importante en la pelea por retornar a Primera División y, por lo menos hasta mañana, se aseguró la exclusividad en el primer lugar del Torneo Nacional. Con flashes de fútbol en los momentos más opacos, el Millonario derrotó por 4-2 a Atlético Tucumán como visitante luego de arrancar abajo y se alejó de Instituto (tiene dos puntos menos) y Rosario Central (quedó a tres), quienes aún deben jugar sus respectivos partidos.
El equipo de Núñez arrancó el partido a puro resbalón y mostró grietas por la zona izquierda, donde Salvatierra, Fondacaro y Barrado se lucieron a espaldas del Maestrico y Díaz. A los 7 llegó el gol previsible: centro de Barrado (salió lesionado) y cabezazo de Fondacaro para darle la ventaja al Decano. La jugada había nacido en un lateral realizado por el mismo marcador de punta surgido en Boca, que fue descuidado en el área.
Con el clásico 4-4-2 elegido por Almeyda, River procuró abrir la cancha pero se topó ante un planteo defensivo muy firme. Atlético cerró los caminos con marca escalonada y lo dejó sin fútbol. Pero las individualidades visitantes dijeron presente a los 30, en la primera jugada potable. Trezeguet pivoteó, Sánchez abrió para el Maestrico, Cavenaghi asistió al venezolano en la pared y éste definió entre las piernas de Dei Rossi para lograr el 1-1.
Cuatro minutos más tarde, Barone (autor de un gol en contra ante Racing, por la Copa Argentina) pecó de torpe y lento ante un avance de Sánchez por la derecha. Toque abajo y penal que Trezeguet aprovechó para festejar el 2-1. El remate igualmente tendría que haberse repetido por la invasión de Aguirre. En tanto, Toia volvió a favorecer a River antes del entretiempo cuando ignoró una mano intencional de Maidana en el área.
Durante los primeros 15 minutos del complemento, Atlético Tucumán (ya con Mariano Martínez en cancha) se adelantó con la intención de ir a buscar el empate. La línea de presión media se fue encima de Cirigliano y Aguirre, quienes nunca se entendieron. Aun sin llegar a Vega, el Decano se plantó en campo rival y aprovechó las rápidas pérdidas de River, que careció de tranquilidad para poder lanzar las réplicas imaginadas por Almeyda en el banco de suplentes.
A los 18, el Pelado dijo basta y aplicó dos cambios: Domínguez y Ocampos por Cavenaghi y Aguirre. Las variantes le dieron a River la potencia que le faltaba en el contragolpe. El tercer gol, que pareció bajarle la persiana al duelo, se generó a los 22 en una réplica bien manejada por el Chori y mejor terminada por Trezeguet. El francoargentino, que había pivoteado con clase unos metros atrás, definió con sutileza por sobre Dei Rossi. Un golazo con perfume francés.
El Maestrico González debió salir por lesión a los 27, con gestos que anuncian un desgarro. En tanto, el Decano tuvo que jugar los últimos 10 minutos con uno menos por la lesión de Mármol (ya no había cambios). El final fue apasionante por el descuento de cabeza de Barone a los 38 y el misil desde fuera del área de Sánchez a los 41. La clave del éxito del Millonario fue la contundencia que mostró en los momentos cuando peor jugaba. Un arduo parcial que tuvo final feliz para River.
Domingo, 13 de mayo de 2012