Las ambiciones de la legisladora Josefina Meabe no le dan paz al Partido Liberal. Es que la veterana senadora nacional tiene un sueño: ser la candidata a vicegobernadora en una hipotética candidatura a gobernador del intendente de la Capital, Carlos Mauricio Camau Espínola.


La senadora nacional intenta quebrar el Partido Liberal porque cree que el intendente de la Capital le ofrecerá integrar la fórmula, en caso de postularse a la gobernación. Pero no consigue sumar más aliados celestes.
Las ambiciones de la legisladora Josefina Meabe no le dan paz al Partido Liberal. Es que la veterana senadora nacional tiene un sueño: ser la candidata a vicegobernadora en una hipotética candidatura a gobernador del intendente de la Capital, Carlos Mauricio Camau Espínola.
Para ello, Meabe no ahorra esfuerzos en su objetivo de sacar al liberalismo de Encuentro por Corrientes (ECO) o, cuando menos, fracturarlo, para con alguna porción sentarse a negociar con el kirchnerismo, el límite ideológico que se trazaron los celestes en sus últimos encuentros.
Pero la tarea de Josefina no es fácil, ya que el vacío de los dirigentes, especialmente del interior provincial, hacen de su tarea una cruzada difícil de llevar adelante. Este fin de semana largo sumó así un nuevo traspié al frustrarse una cumbre con Camau, ante quien pretendía exponer algunos apoyos logrados.

Una cita frustrada
La cita estaba prevista, asado mediante, en la quinta del concejal de la Capital Juan José Marún. Pero se frustró por la negativa de los dirigentes del interior provincial invitados. Así el asado fue para unos pocos comensales: Marún, la concejal también liberal Gisella Gasparini; el director de Turismo municipal, Facundo Palma, y un “secretario” de Camau, quien ante la pobreza de la concurrencia decidió no ir. Lógicamente, Josefina también prefirió desaparecer.
La “dama de hierro” –como la bautizó alguna vez su principal aliado político, Rodolfo Martínez Llano– vio así frustrada su pretensión de exhibir ante el intendente de la Capital algún aliado de peso dentro de las filas celestes y quedó además en evidencia que sus seguidores no van mas allá de Marún, Gasparini y el mismo Palma, quien llegó al cargo que ocupa en medio de fuertes críticas de los principales referentes de su partido.
Las aspiraciones de Josefina pasan sencillamente por compartir una fórmula a la gobernación con el intendente de la Capital, algo para lo que se ha convertido en una activa defensora de las políticas del Gobierno nacional y de la figura de Cristina Kirchner, al extremo que en la mayoría de los principales temas que se debieron tratar en el Congreso de la Nación, y en los que su voto podría quedar bajo la crítica de su partido, prefirió ausentarse.
“Nuestro límite político es el kirchnerismo; con ellos no vamos a ningún lado”, le dijeron en reiteradas oportunidades los principales referentes celestes a Josefina, mujer obstinada si las hay, aún en contra de la mayoría.

Jueves, 3 de mayo de 2012