Tras ser velada en una sala, ayer a la tarde fueron inhumados los restos de la suboficial Esther Itatí Fariña. Murió tras una explosión. Una multitud se acercó al cortejo y el último adiós fue conmovedor. Fue sepultada en el cementerio La Misericordia. Congoja en la Policía.
Con profundo pesar, la Policía de Corrientes y toda la ciudad de Monte Caseros despidieron ayer los restos mortales de la suboficial Esther Itatí Fariña, quien murió un día después de haber resultado con graves heridas en la cabeza al explotar una munición mientras realizaba pericias técnicas en una vivienda incendiada. A pesar de ha-ber ingresado a la fuerza hace pocos años, la mujer policía caída en el ejercicio del deber recibirá por decreto del Gobierno provincial un ascenso denominado “post mortem”. Según el escalafón policial, la víctima pasará a ser Cabo Primero y según afirmaron fuentes policiales, “es un reconocimiento para ella y su familia”.
Luego de un breve homenaje realizado el miércoles en el patio de la Jefatura de Policía, los restos mortales de Esther Itatí Fariña fueron llevados a su ciudad natal. A Monte Caseros arribó ayer a la madrugada. Toda la comunidad, familiares, amigos y colegas participaron del velatorio.
Con las honras y honores que un policía caído en el ejercicio del deber se merece, con profundo pesar y lue-go de una conmovedora ca-ravana, fueron inhumados ayer pasadas las 16 los restos de la suboficial Esther Itatí Fariña
El cortejo fúnebre llegó al cementerio La Misericordia y participaron del entierro el jefe de la Policía de Corrientes, comisario general Juan Ojeda y el comisario Rubén Lovera, entre otros funcionarios policiales. Antes de in-gresar el féretro se hizo el to-que de silencio con trompetas.
Viernes, 30 de marzo de 2012