Tanto la droga vegetal como las tabletas estaban escondidas dentro de un hueco cerca de una pared. La comercialización de las mismas se hacía en la zona y barrios aledaños.
Una investigación policial terminó con la detención de un centro de venta de marihuana y pastillas ansiolíticas en el barrio Quinta Ferré, donde el dueño de casa, fue detenido por efectivos de la División Toxicomanía, que le descubrieron oculto el cargamento en un pozo en el patio trasero de la vivienda, informaron ayer fuentes oficiales.
El allanamiento fue concretado el jueves alrededor de las 17:30, en una vivienda ubicada en el mencionado barrio y donde los policías venían llevando a cabo una tarea de inteligencia previa, dadas las reiteradas denuncias efectuadas por los vecinos del lugar, sobre la venta de estupefacientes y pastillas de un poderoso ansiolítico.
Cuando los efectivos ingresaron al lugar hallaron, en el patio trasero de la casa, algunos agujeros en los que encontraron 4 “ladrillos” prensados de marihuana, de máxima pureza, con un peso total de casi 3 kilogramos, con un valor estimado en los $12.000 aproximadamente.
Asimismo, localizaron varias bolsas de polietileno de las utilizadas en las farmacias, en el interior de las cuales habían cerca de 100 blísters de pastillas de clonazepán de 2 mg, un total de 1000 unidades de la marca “Rivotril”, valuados en poco más de $1.500, según indicaron a época algunos voceros de la causa. Además del secuestro de las drogas en cuestión, la Policía se incautó de tres teléfonos celulares de gran interés para la causa y procedió a la detención del dueño de la finca, identificado como Miguel Gómez (42), más conocido en el barrio con el mote de “Argelado”, quien además tendría prontuario delictivo. Tanto la droga como las pastillas y el detenido quedaron a disposición del Juzgado Federal.
Sábado, 17 de marzo de 2012