La menor estaba junto a sus padres presenciando el espectáculo cuando fue alcanzada por un elemento contundente.

La funcionaria fue atacada cuando intentó proteger a algunos espectadores que se hallaban frente al palco oficial. Una niña de 6 años y una cabo de la Policía provincial fueron hospitalizadas tras el lamentable saldo de lo que prometía ser otra jornada de brillo y algarabía de los carnavales organizados por el Municipio capitalino.
La Policía logró detener al menos a cuatro de los revoltosos, dos de ellos menores de edad. La seguridad, la mayor debilidad de este espectáculo itinerante y gratuito.
Todo se desarrollaba dentro de un marco normal, para un evento abierto, al aire libre y donde no se cobra entrada. Los corsos iniciaron cerca de las 21 con la participación prevista de por lo menos 30 comparsas de los barrios de la capital correntina. Promediando la medianoche, los incidentes, aunque todavía menores, ya comenzaban a indicar que la noche iba a ser un tanto complicada.
La desbordante cantidad de público que se dio cita sobre la avenida Medrano habría superado las expectativas hasta de los propios organizadores. Ni hablar de la Policía, que destinó cerca de 80 efectivos para la seguridad del evento. Cerca de las 3:15 y cuando todavía una comparsa estaba en pista, se desató una gigantesca batalla campal a centímetros del público. Botellas y palos que volaron por el aire, piedrazos, corridas, gritos de auxilio durante algunos minutos forzaron a los organizadores a detener el corso.
Como resultado de las escaramuzas, una niña de 6 años, de nombre Natalia, terminó con una herida contusocortante en la cabeza y debió ser asistida urgente y trasladada hacia el hospital Pediátrico “Juan Pablo II”. En otro punto de la misma vereda una cabo de la Policía, cuyos datos no trascendieron, habría recibido un botellazo en la cabeza y también debió ser atendida por los médicos. Al menos cuatro personas, todos ellos jóvenes, dos menores de edad, fueron detenidos por la Policía como responsables de los desmanes.
Según la información suministrada por la Policía se trata de Adolfo Maidana (19), Nahuel López (20) y, dos menores de 15 años, quienes fueron trasladados a la comisaría 13, labrándose las actas contravencionales correspondientes.

La custodia policial
Desde la Policía provincial se informó a modo de aclaración que si bien existe un dispositivo especial para este tipo de eventos conformado por poco más de 80 uniformados, al tratarse de un evento de acceso libre y gratuito, no se convocó a más personal para que hiciese un servicio adicional (pagado), ya que la Municipalidad no paga por este servicio, justamente porque se trata de un espectáculo gratuito.
Para la custodia dentro y fuera del predio montado para el corso en el barrio Fray José de la Quintana se pidió la colaboración de personal de Bomberos, quienes desplazaron una autobomba al lugar, también estuvieron presentes efectivos de infantería, patrulla motorizada, el GTO (Grupo Táctico de Operaciones) y personal de las distintas comisarías.

Antecedentes lamentables
Está más que claro que de los errores se debe aprender, o al menos así dice el dicho, pero hasta ahora pareciera ser que no se sacó ninguna enseñanza.
En el año 2010 y 2011 ya se realizaron carnavales en distintos barrios de la capital correntina con resultados nefastos en materia de inseguridad. El corso realizado en el complejo 1000 viviendas el año pasado dejó varias personas heridas luego de un violento encontronazo entre grupos antagónicos del mismo barrio.
Algunos de los heridos fueron por causa de puñaladas.
En el mismo barrio Fray José de la Quintana cada año existe el mismo problema con los incidentes, que dejan como saldo personas inocentes heridas en medio de la bronca de las patotas.
No se discute el éxito de la convocatoria, sino que a esa concurrencia, que es de miles, hay que cuidarla, por lo tanto, los organizadores deben tener previsión en materia de seguridad del espectador, para que el espectáculo se disfrute y no se lo padezcan actos violentos.

Martes, 31 de enero de 2012