Es la primera vez que padre e hija levantan este trofeo, el de más alto handicap en Europa.
Le ganaron 9-8 con La Dolfina Scone a Kazak en la final.
Adolfito Cambiaso es historia pura del polo. El crack de Cañuelas es el mejor polista de todos los tiempo. Se cansó de conquistar títulos y romper récords en Argentina y en el mundo. Y a los 50 años, lejos de relajarse y disfrutar de sus merecidos laureles, sigue buscando nuevos desafíos y aprovechando para cumplir nuevos sueños. Así lo hizo este domingo junto a Mía, la mayor de sus hijos, en el Cowdray Park Polo.
En la cancha del coqueto y prestigioso club, ubicado en el condado de Midhurst, a unos 80 kilómetros al suroeste de Londres, los Cambiaso protagonizaron un festejo que quedará en los libros grandes de este deporte. La dupla, en compañía de Paco de Narváez y el inglés Hugo Taylor, se coronó en el Abierto Británico, el torneo de alto handicap más importante de Europa, gracias al triunfo de La Dolfina Scone por 9 a 8 en el duelo decisivo sobre Kazak, liderado por Nicolás Pieres y Francisco Elizalde.
Con el triunfo se transformaron en la primera pareja de padre e hija en levantar el trofeo. Además, Adolfito conquistó su noveno título y se convirtió en el argentino más ganador del certamen, al romper el empate con Eduardo Moore. Y Mía, con apenas 22 años y elegida MVP de la final, se consagró por primera vez y es apenas la tercera mujer, y la primera argentina, en salir campeona en este evento, después de Nina Clarkin (2003) y Kayley Smith (2023).
El festejo dejó claro cuánto significó la victoria para Cambiaso, que ganó, por ejemplo, 18 veces el Argentino Abierto, la cita más importante del polo, y más de 40 en la Triple Corona argentina. El líder de La Dolfina, que fue reemplazado por Tomás Panelo por molestias en un dedo de la mano derecha (arrastra un esquince desde hace 15 días), quería hacer historia con Mía. Por eso, se lo vio muy emocionando, celebrando con un grito que le salió del alma, arrodillado en la cancha, y luego, fundiéndose en un emotivo abrazo con su hija y su mujer María Vázquez.
Hace unos días, tras derrotar 10 a 5 a Ferne Park, encabezado por su amigo y ex compañero de La Dolfina David Stirling, Cambiaso le había contando a La Nación: "Mi carrera fue siempre compartiendo con Poroto y Mía me decía 'Papá, cuando estés por retirarte, tenés que jugar torneos conmigo'. Así que empecé a jugar torneos con ella. Poder disputar una final es increíble. Es para disfrutar".
Así lo hicieron Adolfito y Mía y de paso "vengaron" a Poroto, el único hijo varón del crack, quien esta vez se calzó otra camiseta y se quedó a un paso de enfrentar en la definición a su papá y a su hermana al caer con La Dolfina Marqués de Riscal en la semis ante Kazak.
La Dolfina Scone arrancó arriba en el marcador y nunca estuvo en desventaja en la final a seis chukkers, que se llevó con una progresión de 3-0, 4-2, 5-3, 7-3, 8-6 y 9-8.
El mejor jugador de la historia -que llegó a la premiación con una férula que le inmovilizaba los dedos meñique y anular de la mano derecha- levantó por novena vez la codiciada Golden Cup (Copa de Oro) en Cowdray, a 34 años de su debut absoluto -con grito de campeón incluido- en el certamen británico, que disputan formaciones de hasta 22 goles de valoración.
Hace tres años se había dado un gusto enorme al ganarla junto a Poroto, quien a pesar de ser el segundo hijo de la familia Cambiaso -NdR: la tercera del clan es Myla, que nació en 2010-, arrancó su carrera profesional y comenzó a compartir equipo con su padre antes que su hermana mayor.
En 2022, Adolfito conquistó su octavo título en el Abierto Británico como parte de la formación Next Generation del patrón francés Jean-François Decaux. Y su hijo, que lo jugaba por primera vez con solo 14 años, se transformó en el campeón más joven de la historia, rompiendo el récord de su papá, que lo había ganado también su primera participación, con 16. Poco después de esa victoria, se dieron el gusto de levantar juntos el trofeo de Palermo, el que todos los polistas sueñan ganar. "¿Qué más puedo pedir?", se preguntó Adolfito en ese momento.
Pero incansable y ambicioso, con ese objetivo cumplido y con Poroto ya afianzado entre los mejores del mundo, fue por más para hacer realidad también ese deseo de Mía de poder jugar algunos torneos importantes junto a él antes de su retiro.
"Nunca se sabe cuántas oportunidades vamos a tener para hacer algo como esto. Estoy muy feliz de que hayamos jugado juntos y vivir momentos así", decía Adolfito en diciembre de 2015, cuando, junto a una Mía de solo 14 años ganó la final de la Pilará Mix Cup, un evento de menor nivel.
Y reconocía: "(A Mía) Le veo cosas mías; es la más renegada y combativa de los tres, pero a la vez tiene una personalidad muy sensible".
"Es el mejor y me encanta jugar con él, la pasamos muy bien", contaba la (por entonces) pequeña Cambiaso.
Después de aquel partido, Mía se transformó en una referente del polo femenino en Argentina y ganó cuatro veces el Abierto con La Dolfina (2017, 2018, 2021 y 2022). Adolfito siguió agrandando su leyenda y desafiando el paso del tiempo. Y con 50 años -y a tres meses de haber conquistado por décima vez el US Open, la cita más importante del polo estadounidense, con el triunfo de La Dolfina Tamera sobre La Dolfina Catamount, el equipo de Poroto- fue por una hazaña más. Y la consiguió para convertirse en el único en coronarse en Cowdray Park con dos de sus hijos en ediciones distintas.
Hicieron historia Adolfito y Mía en Cowdray Park. Aunque más allá de la felicidad de haber conquistado el torneo más importante del polo europeo, a los Cambiaso les quedará para siempre el recuerdo de ese emocionante festejo en familia, con el que padre e hija dejaron su marca en el torneo, pero también cumplieron el sueño de jugar y ganar juntos. Inolvidable.
Lunes, 21 de julio de 2025