Una tortura que fue atacada y gravemente dañada se recupera en el Centro de Conservación Aguará. Llegó malherida producto de la crueldad y debería pasar dos años en cautiverio antes de poder volver a vivir en libertad en su ambiente natural.
El Centro informó que el ejemplar ingresó a comienzos de enero, luego de ser rescatada de unos niños que le arrojaban piedras en el barrio San Marcos, de la ciudad de Corrientes.
Marcos, como lo bautizaron los voluntarios, llegó con mucho dolor y tenía una fractura severa de caparazón. Inicialmente tuvo una atención con analgesia y antibióticos. Luego, se le realizó una cirugía con el objetivo de desinfectar y eliminar cualquier resto de contaminación bacteriana en la zona, para después reconstruir el caparazón y colocar un drenaje con el fin de desechar todo fluido interno.
Una vez que terminó de drenar se cerró por completo el caparazón de la tortuga. Ahora solo queda esperar el tiempo de recuperación.
Viernes, 2 de febrero de 2024