La disputa del título de Primera División entre Deportivo Mandiyú y Ferroviario terminó con una batalla campal en el estadio de Huracán.
Vergüenza, repetida. El fútbol de la Liga Correntina escribió anoche una nueva página triste para el deporte local en lo que fue el partido final del Torneo Oficial de Primera División entre Deportivo Mandiyú y Ferroviario.
Lo que debió haber sido una fiesta fue una batalla campal en el estadio de Huracán Corrientes, donde jugadores de ambos conjuntos, los jueces del juego y efectivos de la policía terminaron en una trifulca.
El partido era de Mandiyú, que ganaba con un gol de Ariel Blanco, pero en el minuto 47 de la parte final, una supuesta infracción en el área del Algodonero contra un jugador de Ferroviario originó los reclamos al árbitro del partido Víctor Vallejos, primero con insultos para luego pasar a los golpes.
Rápidamente, el evento pasó a mayores cuando ya el reparto de patadas, golpes de puño y demás fue entre futbolistas de ambos clubes.
Las imágenes de los hechos se remontan a un acontecimiento similar en el mismo escenario apenas unos años atrás. Anoche, el partido fue suspendido quedando indefinido el nuevo campeón.
Lunes, 10 de enero de 2022