“Eran dos personas excelentes que nos alegraban las mañanas. Nos sacaban una sonrisa en los peores momentos. Nos quitaron a nuestras profes”, expresó una de las alumnas de 5° año de Economía de la Escuela 738, en diálogo con El Patagónico.
Los trabajadores de la Educación trataban de ser un respaldo para los más jóvenes, pero ellos tampoco encontraban consuelo ante la pérdida de Jorgelina y María Cristina.
Un contingente de trabajadores estatales que había viajado en colectivo a la manifestación de Rawson retornó el miércoles sobre las 20 a esta ciudad y también asistió al último adiós de las docentes.
Pese a que la familia de Ruiz Díaz decidió que su cuerpo será cremado, el coche fúnebre también se dirigió hacia el cementerio para que la comunidad pudiera despedirse.
La salida de los ataúdes desde la sala velatoria fue con aplausos. En el Cementerio Oeste esperaba una gran cantidad de ciudadanos con un brazalete negro como símbolo de respeto.
La despedida de Jorgelina y María Cristina significó un gran golpe para Chubut, que también tuvo repercusión nacional con el paro docente decretado para ayer por CTERA (Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina).
Además, trabajadores estatales viajaron de distintas partes de la provincia para estar presentes en el adiós a las docentes. “Es una pérdida tremenda para nosotros. Estamos llorando a dos compañeras. Sentimos mucha bronca y dolor. Viajamos anoche desde Trelew para estar acá", manifestaron integrantes de un grupo de trabajadores de la Educación.
“Muchos se quedaron para seguir con las medidas. Por eso hicimos el corte en Aluar (en Puerto Madryn) con el bloqueo de puertas. Esa medida se votó en la asamblea de delegados (del martes) donde estuvieron presentes Jorgelina y Cristina. Es una forma de homenajearlas en su compromiso con la lucha y la educación. Nos podemos a disposición de las familias y toda nuestra solidaridad hacia el conjunto de los trabajadores”, agregaron.
El cortejo fúnebre avanzó lentamente debido a la gran cantidad de gente que se acercó al Cementerio Oeste. Allí el silencio solo fue interrumpido por el viento y el llanto de una comunidad que despidió a dos docentes cuyas enseñanzas traspasaron las puertas de la Escuela 738. Para muchos, fue el día más triste que vivió Comodoro Rivadavia en los últimos años.
Viernes, 20 de septiembre de 2019