El homicidio fue en la noche del martes cuando Ramón Márquez fue ultimado de un disparo. Ayer se entregó el presunto tirador.
Durante la noche del martes, Ramón Márquez, un hombre de 26 años, habría estado involucrado en una serie de incidentes en su barrio, el Pirayuí, que trágicamente terminó cuando fue ultimado de un disparo. El presunto asesino habría sido un vecino suyo, quien trabaja de verdulero y aparentemente, mantuvo una acalorada discusión con la víctima, minutos antes de que ésta sufriera un balazo en el tórax.
El homicidio ocurrió en el populoso barrio capitalino, cerca del “Puente Blanco” apostado en esa zona. Lamentablemente debe señalarse que nuevamente, las zonas carenciadas, son las más sensibles a la inseguridad, y los enfrentamientos entre vecinos que no pueden resolver sus diferencias de manera pacífica, deriva en tragedias como en este caso.
Voces cruzadas
Con respecto al hecho, hay versiones contradictorias. Primeramente, fuentes allegadas a época, dieron cuenta de que aparentemente Márquez estuvo tomando desde horas tempranas. Al caer la noche, debido a un supuesto estado de ebriedad, habría comenzado a molestar a vecinos: primeramente a una mujer, luego a un hombre que trabaja en el kiosco (a este lo habría golpeado) y por último a otro vecino, quien era Alfredo G., de 38 años, quien es el mencionado verdulero. Según dijo, él había llegado de trabajar, estaba con su hijo en la casa, cuando escuchó ruidos en la calle. Al salir a ver, dijo que Márquez estaba golpeando al kiosquero y que luego fue al lugar en el que estaba él, armado con dos machetes.
De esta manera comenzó una discusión que fue subiendo de tono hasta que se produjo el ataque con arma de fuego.
Algo llamativo es que el presunto homicida dijo que él tenía un arma pero que “no funcionaba”, ante lo cual, argumentó que no es el autor del disparo fatal. No obstante, Alfredo G., entregó a la Policía un arma de fuego, una Bersa calibre 22, que habría tenido en ese momento consigo. Dicha pistola tenía un proyectil en la recámara, lo que no coincidiría con lo expuesto por el sospechoso. Hasta aquí una primer versión.
Otra de las voces que se escuchó en torno al caso fue el de la esposa del fallecido, quien dijo que en realidad, el que protagonizó todos los incidentes mencionados fue un conocido de Márquez, que sería de apodo “Chaqui”. Justamente la víctima quiso evitar que esta persona siga generando incidentes y, en medio de una discusión con vecinos, fue ultimado por Alfredo G. “’Chaqui’ tenía los dos machetes y él (por el sospechoso) tiro a matar”, dijo. Asimismo dio a entender que la Policía dejó que el presunto tirador se vaya. Lo cierto es que luego de estar prófugo, Alfredo G., se entregó luego de estar oculto varias horas en Laguna Brava. Asimismo entregó el arma Bersa mencionada. Resta que la investigación esclarezca todo.
Jueves, 8 de noviembre de 2018