La mujer estaba sentada del ladro derecho, junto a una ventanilla que maleantes destrozaron de un golpe. Alcanzaron a sustraerle la cartera. De milagro no resultó lastimada. Fue en un lugar en el que no es común el paso de este tipo de unidades.
La pasajera de un ómnibus de larga distancia fue víctima del robo de una cartera. Sucedió cuando dos “motochorros” atacaron la unidad en circulación y destrozaron una ventanilla, sobre una avenida de la zona sur de la ciudad de Corrientes.
El delito se produjo el sábado a la tarde, poco después de las 18:45, en avenida Cuarto Centenario, entre Magallanes y Cabeza de Vaca, límite entre los barrios Pío X y Santa María, indicaron fuentes extraoficiales.
Un colectivo de la empresa “El Pulqui” transitaba a baja velocidad, momento que los malvivientes aprovecharon para romper uno de los cristales.
La mujer viajaba sentada en la planta baja del micro, junto a la puerta. De pronto, sintió el estallido y la voladura de restos de vidrio sobre su persona.
Uno de los ladrones, con suma rapidez, metió el brazo, se apoderó del bolso de su víctima y escapó junto a su cómplice. Todo sucedió en menos de diez segundos.
Adentro del bolso, la damnificada llevaba algo de dinero, documentación y otros efectos personales.
El micro continuó la marcha hasta la terminal, en avenida Maipú, donde descendieron todas las personas.
Dicho vehículo iba a quedar fuera de servicio hasta tanto no se reponga la ventanilla destruida.
El accionar de estos ladrones se produjo en un punto de la ciudad en el que no es común ver el paso de colectivos de larga distancia.
La semana anterior, precisamente el 15 de julio, otro ómnibus de larga distancia fue blanco de un delito similar sobre la avenida Maipú, al llegar al empalme con calle España.
Una unidad de la empresa El Norte Bis, con destino a la ciudad de Rosario, ubicada en la provincia de Santa Fe, terminó con la rotura de una ventanilla.
Dos hombres en moto causaron el daño en un intento de sustraer la cartera de una mujer, quien en un acto reflejo atinó a esquivar los “manotazos” de uno de ellos.
En este caso, como no hubo robo alguno, los choferes fueron “invitados” a realizar la correspondiente denuncia por daños.
Tras el cambio de coche, los pasajeros, que estuvieron casi una hora varados, continuaron con el viaje.
La modalidad delictiva no es nueva. Hubo numerosos hechos de estas características cometidos por parte de “motochorros”.
Lunes, 23 de julio de 2018