Dos delincuentes, armados con un cuchillo, redujeron al encargado del local comercial y a un cliente. Los llevaron hacia el fondo. Luego robaron hasta el último centavo y varios paquetes de Marlboro. Habrían escapado en un automóvil estacionado a media cuadra.
Dos delincuentes armados con un cuchillo asaltaron un kiosco en el centro de la capital correntina y sustrajeron la recaudación más una numerosa cantidad de paquetes de cigarrillos.
Para cometer el robo, los malvivientes amenazaron de muerte al encargado de turno y a un cliente, a quienes arrinconaron en el fondo del local comercial, según información conocida por diario época.
El atraco se produjo alrededor de las 3:30, en un maxikiosco ubicado en la intersección de las calles Fray José de la Quintana y Santa Fe, en el barrio La Rozada.
De acuerdo a pistas con las que trabajaría la Policía, ambos autores del asalto habrían escapado en un automóvil que dejaron estacionado a media cuadra del negocio, indicaron a diario época fuentes extraoficiales.
El empleado del kiosco trabajaba a la madrugada. Estaba junto a otro muchacho que ingresó escasos segundos antes, al parecer, con intenciones de realizar una compra, indicaron fuentes policiales.
Todo parecía normal, hasta que primero ingresó un hombre con parte del rostro cubierto con lo que sería un pasamontañas y detrás de él, un segundo sujeto, empuñando un cuchillo de grandes dimensiones.
Los ladrones comenzaron a manifestar a las víctimas que no ofrecieran resistencia, a la vez que pedían que caminaran hacia la parte trasera.
Mientras el delincuente que portaba el arma blanca mantenía reducidos a los jóvenes, su cómplice aprovechó para vaciar la caja registradora. Tomó todos los billetes y los guardó entre sus prendas de vestir.
El robo duró pocos segundos pero los suficientes para que también los ladrones alcanzaran a llevarse una buena cantidad de atados de cigarrillos de la marca “Marlboro”.
Consumado el ilícito, tales sujetos salieron a la vereda no sin antes lanzar amenazas a las víctimas para que no los siguieran o intentaran hacer algo para impedir el delito.
Tras caminar unos metros habrían ascendido a un automóvil de color gris, en el que, se sospecha, posiblemente estaba un tercer malhechor aguardándolos mientras oficiaba de “campana”.
Mediante el sistema de emergencias policiales 911, la fuerza de seguridad supo de parte del empleado lo que terminaba de ocurrir en el comercio.
Patrullas de policías acudieron al lugar y luego de recabar los primeros detalles comenzaron un procedimiento tipo “cerrojo”, en procura de dar con el automóvil en el que aparentemente fugaron los presuntos autores del asalto.
Tanto el comerciante como la otra persona que estaba en el lugar no sufrieron lesiones, aunque evidenciaban los nervios propios de una situación límite.
Respecto al dinero, trascendió que la suma “era bastante importante”.
La denuncia quedó asentada en la comisaría seccional Cuarta, donde iniciaron una causa caratulada como “robo calificado”.
Lunes, 30 de octubre de 2017