Otoño es una de las estaciones preferidas entre los argentinos. Sin embargo, junto con el inicio de esta estación, muchas personas se vuelven más propensas a sufrir alergias. Con el objetivo de promover el bienestar de la sociedad, la Facultad de Medicina de la Fundación Barceló brinda algunos consejos para tener en cuenta.
Los síntomas de reacciones alérgicas se perciben a
través de estornudos, comezón en la garganta, ojos, nariz,
congestión, etc. Estos picores son debido al contacto con un
alergógeno (sustancia extraña al cuerpo que provoca una
alergia) y que es la causa principal de estos síntomas.
“Los cambios bruscos de temperatura, la alta presencia de humedad y polen
favorecen las alergias en esta época del año. Además, la llegada de los primeros fríos irrita
las vías respiratorias, modificando su funcionamiento y haciéndolas más susceptibles a las
infecciones” sostiene Gerardo Laube, titular de la cátedra de Microbiología y de la cátedra
de Infectología de la Facultad de Medicina.
“Otro factor que incide es el descenso de la temperatura, ya que esto hace que se
cierren las ventanas, y las casas estén poco ventiladas. Eso, sumado al aumento de
humedad, hace que los alérgenos de interior como los ácaros y los hongos aumenten sus
concentraciones y contribuyan a las alergias respiratorias” complementa el Dr. Carlos Tajer,
Director del Curso de Formación de Investigadores Clínicas de Fundación Barceló.
Realizar un test de alergia para conocer la o las causas de esta alergia.
A la mayoría de la gente le gusta ducharse ni bien se levanta. Sin embargo es
aconsejable darse un baño antes de ir a dormir. El cabello y la piel atraen naturalmente a
los alérgenos. Acostarse sin haberse duchado para quitarse el polen, el polvo, el moho y la
caspa podrían hacer que te despiertes estornudando.
Ventilar la casa todo lo posible. No “clausurar” las ventanas cuando llegue el frío.
Evitar las aglomeraciones en los espacios cerrados y poco ventilados, por la expansión de
las virosis respiratorias. Además, es aconsejable retirar los muebles y las alfombras de los
pisos.
Evitar algunas actividades al aire libre, como por ejemplo rastrillar hojas. Además, es
importante realizar esas actividades preferentemente en horas de la tarde cuando los
niveles de polen y esporas de moho suelen ser inferiores a cualquier otro momento del
día.
Miércoles, 27 de abril de 2016