Dos médicos declararon que el bebé de Carolina Píparo murió como consecuencia de las lesiones que sufrió ella al ser baleada durante la salidera bancaria a la que fue sometida.Se trata de la obstetra Adelaida Soria, que atendió a Píparo durante las 38 semanas de gestación y de María Rosa Toncich, jefa de Neonatología del Hospital San Roque de Gonnet donde nació el bebé.Soria declaró durante el juicio oral por el caso ante el Tribunal en Criminal 2 de La Plata que Píparo “cumplió con todos los controles prenatales” y sostuvo que se trató de un embarazo normal y sin riesgos para ambos”.La médica aportó documentación al juicio en la que detalló que en el último control el bebé “pesaba más de tres kilos” y consideró que su muerte se produjo “por una grave hipoxia” es decir por falta de oxígeno en el cerebro debido a las heridas que recibió su madre.
Puntualizó que ese “es el peor daño que se le puede hacer a un feto” y descartó que hubiera tenido cualquier tipo de patología congénita.
En la misma línea, Toncich explicó que el bebé “nació sin signos vitales, se lo reanimó y temporalmente se adaptó a la vida intrauterina con asistencia”.
Para la médica “no existen dudas que el daño sufrido por el bebé se debió a las lesiones que le provocó a su madre el disparo de un arma de fuego”.
Los médicos avalaron la hipótesis de la defensa de Píparo y del fiscal de juicio Marcelo Romero quienes entendieron que los 7 acusados en el juicio son autores de los delitos de tentativa de homicidio en perjuicio de Carolina y de homicidio en el caso de su bebé.
Píparo, de entonces 30 años, fue baleada el 29 de julio de 2010 cuando con su madre, María Ema, fue a retirar dinero a la sucursal del Banco Santander Río de 7 y 42, en La Plata.
La mujer debió ser sometida a una cesárea de urgencia de la que nació su hijo Isidro, quien falleció una semana después.
Martes, 26 de marzo de 2013