Tras casi 60 días de aislamiento social, preventivo y obligatorio para evitar la propagación del covid-19 en el país, las parroquias correntinas comenzarán esta semana a abrir sus puertas. La medida se pondrá en marcha tras una reunión realizada la semana pasada entre funcionarios del Gobierno nacional y autoridades de la Conferencia Episcopal Argentina. En esa oportunidad, se definió la apertura de los recintos de oración sólo para que la feligresía pudiera rezar y confesarse.
Fuentes allegadas al arzobispado de Corrientes dijeron a La República que, en forma paulatina, se irán sumando las parroquias que tengan resuelto, por un lado, las cantidad necesaria de voluntarios y servidores que puedan permanecer en el lugar, “siempre y cuando el párroco no sea parte del grupo de riesgo”.
En esa línea, indicaron que los fieles también deben tener en cuenta que para asistir a las iglesias se deben cumplimentar las medidas de prevención definidas por el Gobierno nacional, “las cuales ya fueron remitidas a todas las parroquias. Uno de los puntos más importantes tiene que ver con el horario que deben cumplir: de 9 a 16”, comentaron.
Dijeron también que en el transcurso de esta semana también se dispondrá la información fehaciente de cuáles serán los templos ya habilitados para recibir a la feligresía.
El protocolo enviado por la Nación estipula, entre otros puntos, que los lugares de culto a los que los feligreses y membresía pueden concurrir son los de cercanía. No está permitida la aglomeración de la feligresía y membresía. Por tal motivo, se mantiene suspendida la celebración de ceremonias, celebraciones, conmemoraciones litúrgicas y actos de culto que impliquen la concurrencia multitudinaria de personas.
En cuanto a la cantidad de personas permitida, indica que deben estar el ministro de culto del lugar de culto, un auxiliar de limpieza y un auxiliar a la entrada que limite la cantidad de ingresantes. Estipula que el máximo de fieles en el lugar debe ser de 10.
En cuanto al control de los ingresantes, se debe disponer de una puerta para el ingreso y otra puerta diferente para el egreso de las personas en todos los casos que sea posible, de modo de armar un circuito para evitar cruzamientos.
En la puerta de entrada habrá una persona que controlará el número de ingresantes de acuerdo a la capacidad del espacio, le colocará alcohol en gel a los ingresantes que vaya autorizando.
En relación con las medidas de higiene recomendadas, señala que se dispondrá de solución de agua con alcohol al 70% y/o alcohol, en gel a la entrada y a la salida del templo.
Lunes, 18 de mayo de 2020