El delincuente agarró del cuello a una estudiante de 18 años y le arrebató el teléfono cuando caminaba con dos amigas. Un motociclista y otras personas testigos del ilícito lo persiguieron. Al alcanzarlo, lo sometieron a una paliza hasta dejarlo con el rostro desfigurado.
Un delincuente sufrió una golpiza a manos de un grupo de “vecinos justicieros” después de asaltar a una chica, a quien agarró del cuello mientras le gritaba que le entregara un teléfono celular.
El ilícito se produjo el viernes a la noche, en el centro de la ciudad de Corrientes, lugar por el cual la víctima caminaba acompañada de dos amigas.
Como consecuencia de la paliza, el ladrón debió ser asistido por personal de la Dirección de Emergencias Sanitarias (DES) y trasladado en ambulancia a un hospital.
Se trata de un joven de 19 años identificado con el apellido Vargas, quien ayer permanecía detenido en una celda de la comisaría seccional Tercera con el rostro completamente desfigurado.
De acuerdo con información conocida por diario época de parte de fuentes oficiales, eran alrededor de las 23:45 cuando una estudiante de 18 años transitaba a pie junto a un par de amigas en calle España al 1200, entre Belgrano y Bolívar del barrio Libertad.
Desde atrás, apareció en forma repentina un sujeto que la tomó del cuello al grito de “dame tu celular”. Bajo esa forma violenta, el delincuente logró su cometido de robo.
El malhechor escapó corriendo hacia la esquina de Bolívar, arteria que siguió en sentido a la calle Jujuy. Sin embargo, no pudo ir lejos, porque la secuencia del robo fue observada por un ocasional motociclista. El hombre dio persecución al arrebatador, mientras los gritos de las mujeres alertaron a más personas que estaban en las inmediaciones. Todos ellos fueron tras el maleante.
En Bolívar al 1700, el ladrón cayó al piso y fue sometido a una andanada de golpes de puño como de patadas, hasta quedar semiinconsciente, con la cara cubierta en sangre.
Llamados al sistema de emergencias 911 alertaron a la Policía. Entonces, acudieron efectivos en dos patrulleros junto a personal sanitario en una unidad de la DES.
El grupo de civiles se dispersó antes de la llegada de las autoridades y la damnificada accedió a radicar la correspondiente denuncia, en la que explicó pormenores de lo sucedido.
La causa fue caratulada como un robo “en grado de tentativa” en la que Vargas quedó imputado y a disposición de la Justicia.
Domingo, 8 de septiembre de 2019