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Juegos Panamericanos
El beach volley aportó dos medallas con el esfuerzo y la familia como sostén
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Miércoles, 31 de julio de 2019

Gallay, que ganó la plateada con Pereyra, llevó a sus padres a Lima, al igual que Azaad y Capogrosso.



Los gritos bajan desde la tribuna: hay apoyo y también apodos desconocidos. Hay también bronca cuando un punto no sale y satisfacción cuando la pelota toca la red y pasa. Al final, los abrazos se multiplican. El beach volley se llevó dos medallas de Lima y aunque ninguna fue dorada se viven como un oro.


Silvina y Juan Luis Gallay llegaron desde Nogoyá el miércoles, justo antes del debut de Ana y Fernanda Pereyra en los Juegos Panamericanos. Su hija, campeona hace cuatro años en Toronto, les sacó los pasajes y les alquiló un departamento en San Miguel, justo enfrente de la sede Costa Verde donde se desarrolló la actividad, a metros del océano Pacífico.

"Lo he disfrutado un montonazo. Son mis primeros Panamericanos, porque había ido a Río (Juegos Olímpicos 2016) pero a Toronto no. Gracias a Dios y la Virgen que pude estar acá y acompañar a Ana", cuenta Silvina con su cadencia entrerriana. Es ella también la que valora el esfuerzo de la dupla femenina que fue plata aquí: "Esta gira hasta han dormido en un sofá las dos juntas. Si bien hay apoyo, no es lo suficiente para chicas que representan al país en el nivel más alto. Ojalá cambie".

La gira de la que habla es la de dos meses que las duplas realizaron en Europa. "Buscamos mucho precio. En Varsovia, por ejemplo, paramos en la casa de una amiga, la novia del Toro, y en Berlín en de un amigo. También sacamos por Airbnb y estuvimos en hostel. Igualmente hicimos la dieta en perfectas condiciones porque teníamos para cocinarnos. El que tiene ganas lo puede hacer bien, no es que vamos a dormir mal o a comer mal, somos profesionales en eso", explica Gallay.


Para Pereyra la situación es nueva: había jugado indoor antes de conocer a su compañera en Concepción del Uruguay hace un año y medio. "En el voley indoor siempre todo es más fácil porque tenés a alguien que te está diciendo lo que tenés que hacer en todo momento, vos no tenés que mover un dedo para conseguir un hotel. Y acá es mucho más sacrificado, es remar en dulce de leche todo el tiempo. Pero me encanta eso porque se valora mucho más lo que conseguimos ahora", explica la sanjuanina, que es la única que no pudo tener a su familia cerca en Lima.

Distinto es el caso de Julián Azaad y Nicolás Capogrosso. El entrerriano hizo subir a sus papás por primera vez a un avión para que lo acompañaran y por eso lo primero que hizo tras el triunfo ante Canadá fue subirse a la tribuna para saludarlos. "Fue lo primero que me nació, ellos son un pilar muy grande en mi carrera", cuenta con la medalla colgada.

Para el rosarino también fue especial: en la tribuna los tuvo a papá Néstor, que integra el seleccionado como editor de videos, y a mamá Florencia, que festejó su cumpleaños con la medalla. "Vale doble que mi vieja esté acá y sea el cumpleaños y encima hayamos ganado una medalla", dice Capogrosso, que además está a 18 materias de recibirse de abogado.

La dupla argentina de beach voley masculino Juan Azaad y Nicolás Capogrosso festejan la medalla bronce frente a Canadá. Foto Maxi Failla
La dupla argentina de beach voley masculino Juan Azaad y Nicolás Capogrosso festejan la medalla bronce frente a Canadá. Foto Maxi Failla

"En todos los deportes amateur en la Argentina si no están los padres que colaboran o ayudan económicamente es muy difícil, porque tienen que ir al gimnasio o tomar batidos. Uno ayuda a que esto se dé pero son ellos obviamente los que hacen el 99%. Es un orgullo para nosotros, una felicidad y una emoción", comenta Florencia, que la semana pasada tuvo que anotar a Nicolás en las materias del primer cuatrimestre en la facultad.

Néstor, que tiene una página en Facebook donde transmite los partidos del ascenso del vóleibol nacional, agrega: "Iba a ser una lástima no coronarlo con una medalla porque el deporte argentino, si bien recibimos mucho apoyo del Estado, no es lo mismo tener la beca que no porque hay más apoyo. Jugaban con la presión de que es el apoyo de los próximos cuatro años".

Son ellos, en definitiva, los que saben lo que la lucharon por llegar a estas medallas.


Miércoles, 31 de julio de 2019

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