Si bien expresó preocupación por la golpiza a un activista y el arresto de otros cien, Washington señaló que los incidentes refuerzan la necesidad de avanzar para trabajar con La Habana en asuntos de DDHH. El Departamento de Estado expresó preocupación por la golpiza a un activista político y la detención de 100 más por parte de las autoridades cubanas el pasado fin de semana, aunque señaló que el incidente no cambiará el proceso de normalización de las relaciones diplomáticas con la isla caribeña.
Estados Unidos siempre "se manifestará y será muy franco" en relación a abusos a los derechos humanos, declaró el vocero John Kirby.
Sin embargo, Kirby señaló que los incidentes no obstruirán la normalización de las relaciones. En lugar de ello, refuerzan la necesidad de avanzar para que Estados Unidos pueda trabajar con las autoridades cubanas en asuntos relacionados con los derechos humanos, agregó.
El activista político cubano Antonio Rodiles dijo que intentaba sumarse a la marcha semanal de un grupo disidente en La Habana, pero que detenido y golpeado por agentes de seguridad del Estado vestidos de civil.
Miércoles, 8 de julio de 2015