El centro de promoción de las personas con capacidades especiales Sin Barreras cerró su primer año de gestión con un reconocimiento a talleristas, capacitadores, alumnos y entidades adheridas. La institución depende de la Secretaría de Desarrollo Humano y Economía Social.
A PASOS AGIGANTADOS
Para graficar la tarea del primer año de funcionamiento, la coordinadora Diana Haberle repasó los logros y las conquistas sociales, no sin antes agradecer "a las instituciones que no están directamente relacionadas con esta casa, pero que son incondicionales ante cualquier necesidad", así como al personal de cada taller.
La funcionaria recordó que el trayecto institucional comenzó con todo tipo de falencias, que pudieron ser superadas tras las correspondientes modificaciones planteadas por el intendente, Walter Chávez.
"Nos pasaron cosas impensadas con hechos y acciones colectivas de inclusión, que nos hicieron crecer en objetivos como el bilingüismo, los deportes y otros anhelos que hemos compartido con los grupos de Mi Ángel sin Voz y Aprendiendo Porá", comentó.
Haberle destacó el trabajo de la comunidad de sordos, a través del aprendizaje sostenido del lenguaje de señas, los avances en la capacitación en el sistema braille y el desafío que depara el año próximo respecto a la inclusión laboral. Luego se entregaron regalos navideños y se anunció la colonia de vacaciones para 2015, los martes y jueves.
Tras un mensaje del Jefe comunal, en el cual felicitó a los talleristas y agentes municipales de la institución, se entregaron reconocimientos a los grupos Aprendiendo Porá y Mi Ángel sin Voz, al igual que a Elizabeth Mansutti y Cinthia Ramírez.
Viernes, 2 de enero de 2015