El secretario general de AMET. Rufino Fernández, condenó el caso de bullying registrado ayer jueves en Villa Raquel y advirtió que la generalización de este tipo de episodios "nos obliga a los docentes y a la comunidad en general a estar atentos, aplicando los instrumentos que tengamos al alcance para combatir este flagelo".
"La Argentina se está enfermando de violencia y no lo digo yo, lo dice la Iglesia de nuestro país en un reciente documento del Episcopado", remarcó el dirigente, para quien "en su momento desde la Legislatura produjimos repsuestas y generamos herramientas que esperamos se puedan concretar en algún momento como ha sido la Ley de Prevención del Bullying".
Rufino fue autor de la ley que promueve la creación de unidades de monitoreo compuestas por docentes, padres y autoridades a fin de anticiparse a los episodios de violencia, lo que "a nuestro parecer resulta un mecanismo idóneo para detectar casos de hostigamiento, ya que en general el niño o jóven que es víctima de esta situación no revela ni denuncia los hechos por temor".
"Debemos tener en cuenta que la convivencia entre compatriotas se aprende desde la familia pero también desde la escuela, donde vemos lamentablemente que el resentimiento o las diferencias sociales ganan terreno alimentando los peores sentimientos en muchos jóvenes que más allá de ser víctimas o victimarios necesitan un esquema de contención", reflexionó el titular de AMET.
Para Rufino, el caso reciente de la joven "Naira de la ciudad bonaerense de Junín, quien perdió la vida, sufrió la agresión de compañeras de colegio por motivos similares a los que ahora desencadenaron la agresión contra la chica de 14 años en Villa Raquel, que está internada con lesiones en la cabeza y en otras partes del cuerpo".
"Cuando algo así sucede lamentablemente los protagonistas de una agresión de estas características están a un paso de cometer hechos irreparables y no podemos dejar que crezca esta predisposición a la violencia sin hacer algo para prevenir y corregior el rumbo. Por eso creo que tenemos que escuchar a nuestra Iglesia y observar el comportamiento de nuestros jóvenes no para criminalizarlos, sino para contenerlos, acompañarlos y ayudarlos a ser mejores personas", concluyó el ex legislador.
Lunes, 12 de mayo de 2014