Ayer, en la fiesta mensual de la Virgen, el arzobispo de Corrientes puso en funciones al padre Roberto Arcángel Simionato que, después de ocho años, volvió a hacerse cargo del Santuario.
Solicitó al párroco que guíe tanto a los peregrinos como a la comunidad itateña, a quien además les pidió que traten con simpatía y cobren precios justos a quienes visitan la localidad.
El arzobispo de Corrientes Andrés Stanovnik presidió ayer la fiesta mensual de la Virgen en Itatí y puso en funciones al nuevo rector de la Basílica, Roberto Arcángel Simionato. Agradeció el trabajo realizado por el padre Hugo Camino que ahora continuará su tarea en Villa Lugano y encomendó al flamante párroco a guiar, tanto a los fieles de la comunidad como a los peregrinos, en el camino de la madurez espiritual. Y también realizó un pedido especial a la población itateña.
A través de la transmisión de FM San Cayetano, El Litoral escuchó el desarrollo de las actividades que se realizaron. Cuando el reloj marcó las 16.30 comenzó la procesión con la imagen de la Virgen de Itatí que junto a un número considerable de personas recorrieron las calles que rodean a la plaza central. A las 17 ya ingresaron nuevamente a la Basílica donde se realizó minutos después la misa central presidida por el arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovnik, quien fue el encargado de poner en funciones al nuevo rector que por segunda vez está al frente de la comunidad de Itatí.
En el inicio de su homilía, monseñor recordó una frase de la segunda lectura en la que se hizo referencia a que las personas espiritualmente maduras “son aquellas en condiciones de entender el mensaje de Jesús”. Luego invitó a la feligresía a pensar cómo se nota que una persona es espiritualmente madura, cuáles son los síntomas que deben estar presentes. “Vamos a descontar que no son cosas de años, porque hay ancianos que son infantiles espiritualmente y hay niños que son espiritualmente maduros, más allá de que aún hay cuestiones sobre las cuales aún les falta perfeccionarse”, aclaró Stanovnik. Y tras escuchar algunas expresiones de los fieles, afirmó “exactamente, se trata de aceptar la voluntad de Dios”, añadiendo luego “necesitamos encontrarnos con él, reconocerlo, alegrarnos con su presencia, aceptarlo, identificarnos con él y actuar como él lo haría”.
Guía
Después, remarcó que por eso al padre Roberto “se le pide acompañar a la comunidad de Itatí y a los peregrinos en ese camino de la madurez espiritual”. Al mismo tiempo recordó una advertencia del Papa Francisco: “El que cree que lo sabe todo, se equivoca y ya se está alejado del camino de la madurez espiritual. Siempre tenemos que tener el corazón abierto. Si colocamos en el centro de nuestras vidas a Jesús, empezamos a pensar más en lo demás que en nosotros mismos, dejamos de lado nuestro egoísmo”. Posteriormente, ejemplificó, “una persona espiritualmente madura entiende lo que significa la fidelidad en el matrimonio aunque estemos en una sociedad donde se propician leyes que facilitan juntarse, separarse y volverse a juntar”.
Desprenderse
Luego, Stanovnik destacó que “una comunidad espiritualmente madura es desprendida, es la que acepta desprenderse del párroco, aunque cueste despedirse porque se hicieron lazos de amistad, aunque les duela, porque sabe que hay otra comunidad que lo necesita, y abre las puertas al nuevo párroco porque sabe que viene en el nombre de Jesús”. En tanto que señalando cómo un bebé descansaba confiado en los brazos de su madre, dijo: “Dios quiere que nos entreguemos en sus brazos pero no para quedarnos escondidos sino para transitar el camino de la madurez espiritual”.
Tras lo cual agradeció el servicio brindado por el padre y ahora ex rector de la Basílica, Hugo Camino.
Simpatía y precios
El arzobispo continúo después la homilía señalando dos cuestiones por las cuales la comunidad de Itatí tiene características especiales. Por un lado, indicó que es una feligresía que “recibe constantemente peregrinos”. Y por otro lado, que “necesita una constante evangelización en la comunidad para que el peregrino se halle y se encuentre a gusto, en la iglesia, en la calle, en la plaza, en el negocio, en el hotel. Que no digan que tienen que traer todo porque en Itatí nos asaltan”, remarcó y aclaró que lo que hacía era advertir sobre la existencia de situaciones sobre las cuales comentan los peregrinos.
Y en este contexto, pidió atender con simpatía a los peregrinos, como así también cobrarle un precio justo evitando así aprovecharse por la gran cantidad de personas que vienen a la Basílica en determinadas épocas del año. Posteriormente, concluyó su mensaje con una reflexión del Papa Francisco que invita a poner a Jesús en el centro de nuestras vidas: “No es lo mismo haber conocido a Jesús, que no conocerlo, no es lo mismo caminar con él, que caminar a tientas, no es lo mismo poder escucharlo que ignorar sus palabras, no es lo mismo poder construir el mundo con su evangelio que hacerlo con la propia razón”.
Finalizado su mensaje, continuó la misa en la que Stanovnik entregó las llaves del Sagrario al nuevo rector de la Basílica, Roberto Simionato, a quien bendijo y encomendó acompañar a Itatí en el camino de la madurez espiritual.
Martes, 18 de febrero de 2014