Minutos antes del incidente mortal se encontraba con otros jóvenes consumiendo esas sustancias en la Costanera. Luego se produjo una escaramuza de la cual escapó corriendo pero finalmente fue alcanzado dentro de una casa de calle Yrigoyen al 200.
El homicida continuaba anoche prófugo y era buscado.
Un día después del homicidio de un joven hippie, quien murió de una certera puñalada propinada por otro miembro de esa comunidad dentro de un inmueble de la ciudad de Corrientes, ayer trascendió que el motivo de la pelea mortal habría sido el consumo de drogas y alcohol.
Así lo dejaron entrever a época fuentes muy cercanas a la pesquisa llevada a cabo y que tienen como fin la detención del presunto asesino, quien hasta el cierre de esta edición se hallaba prófugo de la Policía y de la Justicia.
En tanto, también se supo la identidad de la víctima: Mauricio Rodrigo Ludueña, de 32 años y domiciliado en el barrio Don Bosco de la ciudad de Resistencia, provincia de Chaco.
El joven era de tez trigueña, cabellos ondulados negros, varios tatuajes -entre ellos la cara de Jesucristo en el estómago y la mayoría en el pecho-y contextura semi robusta. Además vestía chomba celeste, bermuda azul y zapatillas negras.
La escaramuza habría comenzado en la zona de avenida Costanera General San Martín y calle Chaco, lugar donde varios hippies se encontraban reunidos, tal como acostumbran, para vender las artesanías que fabrican.
En dicho lugar, además de generar ingresos con la comercialización de sus productos, es común verlos ingerir bebidas alcohólicas y sustancias estupefacientes.
Al parecer en la noche del martes se excedieron en el consumo y esto generó una discusión que fue subiendo de tono hasta que Ludueña fue amenazado por su supuesto asesino y debió salir corriendo.
Tras ser corrido por varias cuadras, el joven finalmente decidió detenerse y pedir auxilio en una vivienda ubicada en calle Hipólito Yrigoyen al 200, cerca de esquina Chaco en el barrio Cambá Cuá, propiedad de Oscar Rodríguez. Fue alrededor de las 20.
Al respecto, el hombre relató ayer a diversos medios radiales capitalinos que “la puerta de mi casa estaba abierta, entró un hombre pidiendo que le avise a la Policía que lo querían matar. Detrás ingresó el agresor en mi living”.
Luego “se produjo una escaramuza entre ellos y veo que uno ‘le tira’ una puñalada, le pego con una silleta y logro que se vaya de mi domicilio (el agresor). Afuera estaba otro hombre y se van juntos. Cuando se iba, se encuentra con otros dos y se van caminando los tres hacia calle Pago Largo”.
Acto seguido “saco a la vereda al hombre (herido), lo siento y llamamos a la ambulancia. En 10 minutos llegó y se lo llevó, pensé que era algo leve, se fue agitado pero vivo”, detalló Rodríguez.
Según el hombre, “la puñalada se la dio da cerca del lado izquierdo del pecho, quedó tirado el cuchillo en mi living, tenía unos 30 centímetros de hoja más o menos”.
Asimismo aclaró: “En ningún momento tuvo una reacción agresiva hacia mí o a mi familia, ni cuando le empujé para que se vaya”.
En tanto describió que “todos tenían entre 25 y 30 años. El agresor y el otro chico también. Nunca lo había visto antes, a ninguno de los dos”, dijo.
Luego del incidente Ludueña fue llevado de urgencia hasta el Hospital Vidal donde pese a los esfuerzos realizados por los médicos murió alrededor de las 20:50 debido a que la hoja del cuchillo interesó órganos vitales.
Al rato efectivos de la comisaría Primera, con jurisdicción en el lugar, lograron la demora de tres presuntos implicados, en tanto que no se pudo concretar la aprehensión del sujeto quien sería el autor material del crimen.
Tal como en la noche del martes, al cierre de esta edición las distintas dependencias de la Fuerza, incluyendo los puestos camineros apostados en los ingresos al puente interprovincial se hallaban abocados a la localización del sospechoso.
Según trascendió, el homicida tendría uno 30 años, 1,67 metro de estatura aproximada, tez morocha y contextura física delgada. Al momento del asesinato vestía un pantalón capri negro a rayas y una musculosa de color negro. Además, como seña particular, tiene un tatuaje en el cuello.
La actuación sumarial del caso, caratulado como “supuestas lesiones graves con arma blanca seguida de muerte”, quedó en manos del personal de la citada dependencia policial correntina, con intervención de las autoridades judiciales en turno.
Jueves, 19 de diciembre de 2013