Carlos Orué, su mujer y su hijo de 12 años salían de una fiesta familiar y se dirigían a su casa cuando fueron agredidos.
Un trabajador de prensa resultó con lesiones graves al haber recibido varios martillazos con un martillo que empuñaba uno de los seis patoteros que lo atacaron.
Carlos Orué salió de una fiesta familiar con su esposa y su hijo de 12 años y regresaban a su domicilio cuando salieron a su paso un grupo de inadaptados. En un intento por resguardar la integridad de su mujer y de su hijo, fue derribado a patadas y a golpes de puño. Ya en el suelo, uno de los bandidos lo golpeó con un martillo, lo que le provocó la pérdida de visión en el ojo izquierdo. Se encuentra internado en el Hospital Escuela.
Carlos Orué, en declaraciones a radio Sudamericana, desde el hospital manifestó que “después de participar de una reunión familiar en el barrio Río Paraná, salimos hacia mi domicilio alrededor de las 3.30 del domingo y al transitar frente a una fábrica de caños de la Municipalidad y a una cuadra de la avenida Alta Gracia, salieron seis muchachos”.
Recordó que “pese a no oponer resistencia para resguardar la integridad de mi esposa y de mi hijo, empecé a recibir patadas y golpes de puño. Me derribaron y uno de ellos me atacó en el suelo con un martillo con el que me golpeó varias veces en la cabeza, lo que me hizo perder la visión del ojo izquierdo”.
Orué, muy afectado física y emocionalmente, narró que “les pedí que no lastimaran a mi mujer ni a mi hijo. Le ofrecí mi teléfono celular y el poco dinero que tenía, pero igual me atacaron”.
Sostuvo que “caí boca abajo y en esa situación recibí fuertes patadas y martillazos en la cabeza, quedando aturdido al borde del desvanecimiento. Pero los gritos de mi hijo me hicieron reaccionar”.
Expresó que “identifiqué a algunos de ellos porque conozco la zona. Estaban cobrando peaje”.
Orué ensayó alguna defensa y arrojó algunos golpes de puño y patadas. Además, mordió a uno de los delincuentes. Vecinos salieron en su auxilio y lo acompañaron hasta la avenida Alta Gracia, donde después llegó un móvil policial y lo trasladó al hospital. Continúa la investigación y se procura la detención de los agresores.
Martes, 26 de noviembre de 2013