Ocurrió el viernes pasado en Curuzú Cuatiá. La niña se presentó en la Comisaría Primera y relató lo que padece a diario en su casa. La Policía detuvo al sujeto en una vivienda del barrio Centenario, en tanto que la madre de la nena fue hospitalizada en coma alcohólico. También retiraron del hogar a una beba de dos meses.
Un conmovedor episodio se vivió el viernes a la noche en la localidad de Curuzú Cuatiá, cuando una menor se presentó en la Comisaría Primera para denunciar el maltrato verbal y físico al que era sometida por su padrastro, quien ya fue detenido.
Fuentes policiales explicaron que todo transcurrió cerca de las 21, cuando una niña de 10 años, con domicilio en el barrio Centenario, llegó a la dependencia policial y contó que no quería regresar a su casa porque su padrastro la maltrataba.
Ante tal situación, una comisión policial se trasladó hasta la vivienda familiar con intenciones de entrevistarse con los padres de la niña, pero al llegar los encontraron a ambos en avanzado estado de ebriedad, a tal punto que la madre debió ser internada en el hospital local en coma alcohólico.
Durante el procedimiento, los efectivos demoraron al hombre que sería el padrastro de la niña, quien permanece alojado en la Comisaría Primera a disposición del Juzgado del Menor y la Familia, que tomó intervención en el caso junto al personal de la Comisaría de la Mujer y el Menor.
Según trascendieron los voceros, durante el procedimiento la madre de la niña entregó a los efectivos una beba de dos meses argumentando que "ya estaba cansada de la criatura y no quería saber más nada con ella".
En cuanto a las dos menores, fueron asistidas por especialistas de la Comisaría de la Mujer y el Menor, y luego la Justicia dispuso que sean entregadas a algún familiar directo, por lo que quedaron bajo la tutela de una de las abuelas que pidió que no se las vuelvan a entregar a la madre porque ésta no era la primera vez que sucedía este tipo de ataques.
Miércoles, 10 de julio de 2013