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EL ARZOBISPO LLAMO A LA SOLIDARIDAD
Stanovnik: “Para gobernar, ejercer la autoridad, no puede faltar la humildad”
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Lunes, 3 de junio de 2013

Monseñor Andrés expresó que el “efecto Francisco debe recordar a los cristianos la virtud de la humildad”. Lo dijo ante una multitud en Corpus Christi. “El verdadero triunfo en la vida no se mide por lo que una persona acumula para sí misma en dinero, fama y poder: todo eso se derrumba”, manifestó.


El arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik, recordó el mensaje de humildad que dejó el Papa Francisco para las personas que ejercen algún tipo de autoridad. Lo hizo ante una multitud en el Anfiteatro “Mario del Tránsito Cocomarola” durante la celebración religiosa por la festividad de Corpus Christi.
“Antes de dar la misa estábamos hablando con monseñor Castagna (Domingo) sobre el papa Francisco y sobre eso quiero hacer una breve reflexión”, dijo el prelado en referencia al llamado del Sumo Pontífice de mantener la humildad entre las personas que ejercen autoridad en un amplio sentido.
“Para gobernar, ejercer la autoridad es esencial la humildad, es una virtud esencial. Para ejercer la autoridad no puede faltar la humildad”, sostuvo monseñor Andrés.
“El efecto Francisco está relacionado con esta verdad, condición esencial para prestar el servicio, de gobernar, de donde nos puso Dios para ejercer”, manifestó el Arzobispo.
En su homilía, Stanovnik se refirió a la lectura de la multiplicación de los panes. “Se realiza siempre cuando hay alguien que está dispuesto a entregar ‘los cinco panes y los dos pescados’. Esa entrega, que por sí sola es insuficiente, sin embargo, ofrecida a Jesús, se multiplica milagrosamente. Esa es la dinámica interior del amor cristiano: animarse a dar vida, porque cuanto más se da, mayor es el fruto que se cosecha”, expresó.
“El verdadero triunfo en la vida no se mide por lo que una persona acumula para sí misma en dinero, fama y poder: todo eso es apariencia y tarde o temprano se derrumba. Aquello que realmente vale es lo que se entrega y comparte con los demás”, indicó. “El poder de Dios no se rige por los criterios del mundo que apuesta a la fuerza y el dominio para demostrar su poderío, efímero y débil al final de cuentas”, señaló.


Lunes, 3 de junio de 2013

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