Juan Carlos Alarcón, un empleado municipal del Concejo Deliberante de Corrientes, ingresó a un kiosco, Rapipago y telefónica, para hablar por telefóno desde una cabina. Pero en ese momento no se iba a imaginar que quedaría encerrado allí por mas de una hora y media, ya que las dependientes del negocio no repararon de que permancecía adentro.
Apagaron las luces, pusieron candados y cerraron todo, rejas y puerta de blindex de la entrada. dejandoa Alarcón sin poder salir a la calle. Tuvo que llegar la policía y tars ser difundida la noticia por la radio, lo rescataron de su encierro forzoso e inesperado.
El hecho ocurrió al mediodía de este lunes, cuando Juan Carlos Alarcón ingresó al kiosco M y M ubicado en San Juan 621, en pleno centro de la capital correntina. Como lo hace habitualmente, fue a hablar por telefóno en una de las cabians telefonicas que funcionan en el lugar.
En determianndo momento, y sin que este se percatara tampoco, las encargadas del local llegada su hora de retirase, apagaron las luces, echaron llave a las puertas y se fueron a sus domicilios. Mientras tanto Alarcón seguía hablando por teléfono. Cuando cortó e intentó salir , se encontró que la puerta de calle estaba con candados del lado de afuera y la puerta de blindex llaveada, sin poder salir, ademas de estar solo en el local.
Así, llamo primero asus familiares, a sus compañeros y luega al 911, que envió dos patrulleros al lugar a verificar la situación.
Entre risas y cargadas de sus compañeros, Alarcón se limitó a acercar una silla a la puerta y a esperar que las gestiones para ubicar a la empleadas dieran resultado. Pasada una hora, y como nadie aparecía, la situacion paso de ser jocosa a preocpuante pues el negocio vuelve a abrir recién despùes de las cinco de la tarde.
Trascendido el hecho a los medios, un preventista escuchó la situación a traves de la radio y avisó a una de las mujeres encargadas, quien llegó al lugar, reconociendo su olvido, y entre chanzas y bromas, liberó al empleado.
Para ello, el lugar se llenó de curiosos y compañeros del empleado comunal, que no salían de su asombro por lo insólito del episodio.
Fuente: www.elsoldecorrientes.com
Lunes, 29 de abril de 2013