El edificio será inaugurado mañana en Campo Grande, Mato Grosso do Sul y contará solo con la presencia de referentes de la región. El diseño está inspirado en las tradicionales chozas de origen guaraní y contiene ladrillos con nombre de chamameceros.
En el corte de cinta estarán artistas correntinos como Coquimarola, Julio Mac Donald y Roberto Giménez Blanco entre otros. Como un templo sagrado, un altar donde la celebración liturgia del chamamé, fortalece la integración, reaviva la pasión por esta cultura y promueve el encuentro de nacionalidades, razas y generaciones, se inaugurará mañana en Brasil el Centro Cultural del Chamamé (CCC) el primero en el mundo. El edificio, que tiene forma de una choza guaraní se encuentra en Campo Grande, Mato Grosso do Sul y contiene una pared con ladrillos impresos con nombres de chamameceros argentinos.
“Misma región, misma alma”, resumió su amor por la cultura chamamecera, el impulsor y presidente del CCC el ingeniero brasileño Orlando Rodrigues en su última visita a Corrientes, en el marco de la Fiesta Nacional del Chamamé. Como cada año, llega para renovar la mística chamamecera acompañado de un importante contingente de matogrossenses encendidos por la misma pasión cultural.
Junto a ellos y con la complicidad de numerosos artistas argentinos comenzaron a cimentar este sueño que hoy se hace realidad a más de 1.500 kilómetros de la cuna del género, que insólitamente todavía no cuenta siquiera con un museo de chamamé. La envidia es sana, en Brasil este centro será un baúl de tesoros donde se guardarán reliquias como discos, instrumentos, fotografías y partituras, entre otros. “Estoy llevando la partitura original del Himno a Corrientes, que lo guardaba desde hace muchos años para poder donarlo algún día a un Museo de Chamamé en Corrientes, pero bueno con mucha felicidad podré llevarlo a mis hermanos de Brasil”, expresó a época Roberto Giménez Blanco que junto a Julio MacDonald y Coquimarola fueron parte de la delegación de artistas argentinos que estarán presentes hoy en este hecho histórico para el género. Con ellos partió una delegación de Puerto Tirol, otra de las ciudades donde se realiza el tributo popular a la música litoraleña.
“Estoy emocionado por el privilegio de tenerme siempre en cuenta, en un honor para mi ser parte de este proyecto que es muy grato para la historia del chamamé y de nuestra cultura”, manifestó a época Coquimarola, quien además de ser un artista querido y uno de los impulsores junto a Rodrígues del proyecto es padrino del CCC. Si bien Coquimarola lamenta profundamente que este tipo de proyecto no se haga en Corrientes con todo lo que significa para esta provincia el chamamé, manifestó que “no me sorprende”. “Mirá acá la mayoría de las cosas referidas al chamamé la realizan personas que no saben. Recién se habla de una Ley del Chamamé, no se acompaña al género a lo largo del año y cuando hay actividades la realizan personas que no conocen por eso pasan estas cosas”, refirió el hijo del “Taita” quien será el encargado de la inauguración con las melodías de su acordeón.
La sala dedicada a don “Taita”
Con una “cerveja bem gelada o bom vinho”, como reza una invitación, alrededor de los días 19 de cada mes entusiastas, amantes, estudiosos de la cultura chamamecera, bailarines y músicos se reúnen en el CCC a remitir y disfrutar el legado que dejaron Tránsito Cocomarola, Isaco Abitbol , Ernesto Montiel, Antonio Tarragó Ros entre tantos otros.
El edificio está ubicado en un enorme predio en rúa (calle) Alfazema 33 del “bairro Chácara Cachoerira”, finalizado recientemente, pero que sin embargo tiene vida desde hace más de 5 años. En ese lugar las danzas, la música y la gastronomía guaranítica toman protagonismo en el lugar. “En el 2006 Coquimarola y su conjunto estuvieron en Campo Grande, en Matto Grosso y en aquella oportunidad nos lanzó el desafío, edificar el centro cultural”, comentó Rodrigues a un medio de Matto Grosso. La propuesta fue aceptada de inmediato con el compromiso por parte de “Coqui” de proveer de información y todo lo referente al acervo chamamecero.
“Desde esa fecha, estamos construyendo esta sala mientras madura un trabajo integrado entre los músicos, profesores de música, de lengua regional Guaraní y gastronomía en el cual participan un centenar de aficionados a la cultura chamamecera”, expresó el presidente, el encargado de proponer además bautizar la sala principal con el nombre Mario del Tránsito Cocomarola. Otra de las particularidades, además de la forma de choza indígena guaraní, una de las paredes de esa sala contiene ladrillos con medio centenar de nombres chamameceros, a modo de tributo y de sentirse abrazados por la cultura y donde el chamamé tiene su privilegio exclusivo.
Jueves, 25 de abril de 2013