Los elementos son difundidos principalmente por Facebook. Los comercializan a precios que no superan los $200. El subsecretario de Seguridad, Guillermo Wailer, aseguró que la persona que lo compra debe tener certificación de libre usuario de parte del RENAR.
En Internet se viene ofreciendo hace tiempo como herramienta para defensa personal frente a la inseguridad, picanas eléctricas, dispositivos que presentan diferentes formatos y que se comercializan sin ningún tipo de control, a pesar de que su venta y portación es ilegal.
En las redes sociales como Facebook comenzó a ganar espacio también la comercialización de este tipo de peligrosos elementos en diferentes grupos de compra y venta que los ofrecen a precios que rondan entre los $140 y $170.
Entre las ofertas que circulan en la web también pueden encontrarse kits de defensa personal especialmente preparados que, además de la picana, incluyen gas pimienta. Éste último puede obtenerse en cualquier local de expendio de estos elementos, no así el gas paralizante que, al ser químico, se registra también como arma.
Respecto a las picanas, los vendedores aseguran que los equipos aplican cargas eléctricas que no son riesgosas y que están autorizados por Ley, pero advierten que son sólo para mayores de 18 años y que deben ser utilizados con precaución.
Sin embargo, el subsecretario de Seguridad de la provincia, Guillermo Wailer, aseguró a época que “la venta de este tipo de dispositivos a personas para su libre uso está prohibida”.
El funcionario explicó que la autorización de portación de este tipo de elementos tiene los mismos requisitos que la de un arma de fuego y que su tenencia debe estar registrada en el registro llamado “de libre usuario” por el Registro Nacional de Armas (RENAR).
“La persona que compra una picana debe tener la certificación de libre usuario que es expedida, luego de presentar una serie de requisitos, por el RENAR, ya que toda venta que se realice por fuera de éste régimen es considerada en negro o ilegal”, indicó.
Por otra parte mencionó que “en cuanto a la comercialización, este tipo de ventas debe estar controlada por el Municipio”.
La oferta en este tipo de sitios de Internet es amplia, tanto en materia de precios como de presentaciones. Los dispositivos más económicos pueden conseguirse por $140, aunque también hay otros con originales diseños, que aparentan ser un teléfono celular, y cuestan desde $170.
“Este producto no es un juguete”, advierte uno de los avisos que además informa sobre la “gran potencia” de 1200 kv y por lo tanto recomienda “usarlo responsablemente”. La promoción asegura que el chiche es “ideal para defensa personal”, la apariencia inofensiva también lo convierte en “ideal para uso cotidiano” y ofrecen su envío a domicilio tanto en Corrientes como en Resistencia.
Por su parte, el ministro de Gobierno, Gustavo Valdés, acentuó que este tipo de comercialización “debería ser prohibida por las direcciones de comercio o las entidades municipales a cargo del contralor” y remarcó que dichos dispositivos “no son de uso convencional de las fuerzas policiales ya que no tenemos dentro de la Policía este tipo de armamento o metodología”.
En tanto indicó que “si una persona utiliza este tipo de dispositivo y le genera un daño a otro está cometiendo un delito” y en esa circunstancia tomará intervención la Fuerza policial.
Moratto: “No hay habilitados locales comerciales para este tipo de venta”
Consultada sobre la venta de este tipo de elementos como herramientas de defensa personal, la subsecretaria de Ingresos Públicos del Municipio capitalino, Selva Moratto, dijo a época que desde la Comuna el contralor se realiza a locales instalados en la ciudad. “Todo lo que tenga que ver con ventas telefónicas o a través de Internet no depende de nosotros”, mencionó.
Por otra parte, indicó que en Corrientes “no hay habilitados locales comerciales para este tipo de venta” y consideró que “se trata de situaciones de seguridad que entiendo debería estar a cargo de la fuerza policial su control”.
Cabe mencionar que la picana eléctrica es un instrumento de tortura utilizado en algunos momentos históricos en Argentina y en algunos países de Sudamérica.
Se cree que fue Polo Lugones, hijo de Leopoldo Lugones y jefe de policía durante la dictadura de José Félix Uriburu, quien la introdujo como método de tortura.
La picana da golpes de corriente o descargas sostenidas en contacto con el cuerpo y sus efectos en las partes más delicadas (genitales, dientes, mucosas, pezones) son devastadores.
Miércoles, 24 de abril de 2013