El arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik participó de la vigilia anoche en la Iglesia Catedral y siguió la ceremonia durante la mañana de hoy. En medio de la fiesta, hizo una pausa y dialogó unos minutos con www.diarioepoca.com
La alegría de todos los feligreses se multiplicó por miles esta madrugada en la Iglesia Catedral de Corrientes. Como en todo el país, los correntinos esperaron con oraciones y cánticos la hora en que Francisco iba a iniciar el ministerio petrino.
El arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik fue uno de los tantos pastores que acompañó a la comunidad anoche y como un miembro más de la feligresía siguió parte de la televisación parado con su paraguas en la plaza Cabral, bajo una copiosa lluvia.
Antes de eso, mantuvo una breve charla con diarioepoca.com y exteriorizó esa alegría que inunda a los católicos de todo el país. “Lo vivo con la emoción compartida con todos”, dijo el prelado y confesó: “recién comentábamos “¡es increíble!”, con eso queremos decir que nos faltan palabras para poder expresar la emoción y el alcance que tiene este acontecimiento histórico, inédito”.
En ese sentido, también aseguró que la elección de Francisco lo tomó por sorpresa como a todos los que siguieron de cerca la sucesión de Benedicto XVI. “Fue totalmente sorpresivo porque no estaba dentro del elenco de los posibles papables. De todos modos, una secreta premoción existía porque en el último conclave dicen que había recibido muchos votos y uno sabe que era una autoridad de la iglesia”, remarcó monseñor Andrés.
“Este acontecimiento realmente nos impactó a todos los argentinos, tan hondamente y de un modo tan bueno, que de pronto todos nos sentimos mejores, con más ganas de hacer las cosas y de acercarnos unos a otros, como con ganas de querernos”, manifestó el arzobispo de Corrientes.
En ese sentido, añadió: “Qué importante es esto. Como una persona sencilla, con gestos simples pero muy cercanos puede producir o desencadenar tanta cosa buena en el corazón de los argentinos”.
En cuanto a esta politización del papado de Francisco, aclaró que “la función de un papa no es una función política. Que impacta en la política del mundo, no nos quepa ninguna duda. Claro que impacta porque es una autoridad mundial. Pero para entender la misión no se la puede entender solamente desde una lectura política”.
“El papa no va a hacer política. La misión del papa es una misión profundamente espiritual. La espiritualidad de una persona impacta en las relaciones que tiene con los demás y en la función que cumple con los demás”, opinó el pastor.
Martes, 19 de marzo de 2013