Tras la declaración de Nelson Valenzuela, el abogado querellante dijo que quedaron en claro muchas cosas y que la situación de los imputados se agrava. Cree que la calificación quedará cambiará de estrago culposo a doloso.
Tras la declaración de Nelson Valenzuela, el abogado querellante Ernesto González dijo esta mañana que el sobreviviente del derrumbe de la obra de la calle San Martín "dejó en claro muchas cosas" y ratificó su concienza en "un cambio de carátula de estrago culposo a estrago doloso".
“Nelson dejó en claro muchas cosas, algunas sorprendentes que provocarán giros y movimientos en lo que es la causa en sí, respecto a lo que uno pensaba. Es muy rico todo lo que contó en casi once horas de la declaración”, señaló el letrado en diálogo con Radio Dos.
González destacó tres datos puntuales. En primer lugar la revelación de que el capataz de la obra no era Carlos Valenzuela, sino Zacarías. "Nelson contó que lo habían removido cuatro o cinco días antes, por orden de William Mayer, como sanción porque se habían caído hierros sobre la casa vecina”, relató.
Otra de las cuestiones sobre las que Valenzuela arrojó luz fue la inherente a la dirección de la obra. "Hasta ayer creíamos que el director de la obra era Marcelo Mayer, con la declaración quedó en claro que él jamás estuvo en esa obra de la calle San Martín" manifestó. Y prosiguió: “Su situación se agravará porque era el hombre que debía controlar los hormigones y delegó en otra persona, no había control, era con piloto automático”.
Con la declaración de Valenzuela se supo también que el que daba las instrucciones, por su condición de dueño del edificio, era William Mayer. “Para mí, esos tres hechos son fundamentales. Valenzuela contó que el escribano decía se agotaban los tiempos, que había que terminar la obra. El técnico era su hermano y brilló por su ausencia”, se quejó.
El letrado cree que no habrá más imputados en la causa. “Lo que cambiará es lo que se va a resolver en el procesamiento cuando la jueza tenga que ver en las próximas horas", precisó.
"Seguro que a partir de ahora, buscarán la forma de dilatar porque no conviene que ésto se resuelva, salvo una diligencia de prueba, que es la inspección ocular que estamos analizando, no nos queda nada por hacer”, sostuvo.
Por último, González confió en lograr un cambio de carátula. “Siempre sostuvimos que estábamos en presencia de estrago doloso y ayer hubo una actuación espectacular del fiscal. Fue una gran movida. Si llegáramos a estrago doloso, pediremos perpetua. Seremos implacables. Que nos den o no será otra cuestión”, lanzó.
No obstante, el abogado cree que la defensa buscará frenar el avance de la causa. "No tengo miedo del poder económico de los acusados, pero uno no puede ser tonto, no es lo mismo litigar contra un vecino, que con otra persona con poder económico”, concluyó.
Miércoles, 6 de marzo de 2013