La competencia mostró su noche culmine el sábado en la cuarta jornada de desfiles. Arandú Beleza mostró ánimo distinto, mientras que Sapucay y Ará Berá van palmo a palmo buscando sacarse distancia.
La definición comenzó a mostrar un carnaval vibrante. Próxima parada, último Show de comparsas.
Hay una inyección extra de adrenalina en los comparseros y es necesaria en esta parte de la competencia que tiene a todos muy despiertos en esta carrera hacia el triunfo que, aunque aún falta mucho, el desafío está en sacar el máximo provecho y tomar la mayor distancia posible. El sábado se realizó el cuarto paso de carnaval y el corsódromo con un marco interesante de público mostró su alto esplendor.
Nuevamente la calidad y la propuesta artística ponen en la delantera a Sapucay y Ará Berá que galopan enérgicamente, estudiando cada movimiento y tratando de encontrar estrategias que permitan el máximo rédito. En esta oportunidad, Arandú Beleza abrió la cuenta de puntuaciones intentando seducir al máximo a los jurados con su propuesta “La tierra es Arandú”.
La comparsa de l “axé”, nuevamente no es la que más lujo y brillo presenta, pero tiene un factor favorable, la buena propuesta musical y un menú de mujeres deslumbrantes que “emboba” a todos. También saca provecho de su ingenio que en este caso sigue marcando tendencia la carroza de los “residuos”, custodiada por enormes moscas y que puede darle nuevamente el premio Mejor carroza que compartió el año pasado con Ará Berá.
En general, la comparsa salió más predispuesta al público y su alegría fue desbordante, regalando un buen comienzo al inquietante público.
Pasada las 3 de la madrugada, en las tribunas el entusiasmo se mantenía intacto y es que faltaba mucho por disfrutar, entre ellas Sapucay que repitió la excelente performance de la noche anterior donde la excelente relación con la gente volvió a ser la carta exacta para presentar un espectáculo estremecedor. De inicio a fin, es difícil resaltar a alguno y otra figura, pues en estos “100 años del teatro Juan de Vera” la presentación fue muy bien lograda.
A pesar del horario, los chicos demostraron estar a la altura de la circunstancias y la “Juguetería” otra de las carrozas favoritas al premio mayor. También es admirable el paso de Marcela Fernández Piccio que desde el carro “Castillo de Drácula” asusta y maravilla.
Un cambio de aire le permitió a Ará Berá mostrar su mejor noche, todo fue brillante, las coreografías estuvieron bien equilibradas y el paso de la comparsa fue armonioso y embriagado de alegría. La historia de “Amor América” se desenvolvió con soltura y la gracia de los comparseros alcanzó el máximo nivel al punto tal que la fiesta fue intensa y logró una emoción constante.
Escuelas de samba
Las Hormigas Negras de la escuela de samba de Arandú Beleza, no mostraron un alto rendimiento y quizás sigue pesando el echo de contar con pocos integrantes (50 a diferencia de 180 en Ará Berá y 150 en Sapucay), aunque que tampoco logra opacar una presentación discreta pero efectiva. La percusión mantiene un equilibrio interesante pero la buena elección musical le permite gozar de la alegría de la gente.
Los integrantes de la Ópera de la escuela de samba de Sapucay siguen en alza y de las tres la “poderosa” es la que propone cada año cortes nuevos. Quizás eso no aporta en la evaluación de los jurados que cada año son distintos, pero causa un efecto especial en el público que repercute a la vez en los percusionistas. Su presentación es admirable y la propuesta de Víctor Turraca sigue siendo cautivadora.
Lo opuesto sería lo que presenta Ará Berá, que desde hace varios años mantiene su receta rítmica y no está mal porque sigue generando buenos resultados. Su espectáculo es emocionante e imponente, pero no logró superarse a sí mismo aunque podría decirse que en la Universidad del Sonido eso no es necesario por que tienen talento para rato.
Lunes, 4 de febrero de 2013