En esta oportunidad lo atraparon durante un allanamiento. Ya el año pasado fue capturado y sobre él pesaban seis pedidos de captura por diversos ilícitos.


Un delincuente con serios antecedentes penales, en su mayoría por cometer hurtos en distintos comercios de la ciudad de Corrientes utilizando a su hija menor como distracción, fue detenido nuevamente por la Policía provincial.

Se trata de Juan Carlos Pérez, de 44 años y mejor conocido como “Pirulo”, quien esta vez fue atrapado durante un allanamiento concretado por efectivos de la Dirección de Investigación Criminal en un domicilio situado en calle Los Charrúas al 3400 de Capital.

Hasta allí llegaron los agentes tras tareas investigativas por una causa por “supuesto hurto”, denunciando en jurisdicción de la comisaría Séptima capitalina. En el inmueble también procedieron al secuestro de una motocicleta Guerrero Trip 110 que tendría relación con el delito.

“Luego de verificar los antecedentes personales resultó que dicho hombre -en una primera instancia- estaría involucrado en varias causas judiciales: dos ‘supuestos hurtos’ investigados por las seccionales Novena y Decimotercera y un ‘supuesto robo’ de jurisdicción Octava”, indicaron las fuentes cercanas al caso en contacto con época.

Conocido
Ya en junio del año pasado, “Pirulo” fue capturado en la esquina de peatonal Junín y Salta de la ciudad de Corrientes por una mujer policía que lo reconoció.

Desde la institución de seguridad informaron en aquel entonces sobre la existencia de una importante cantidad de denuncias de comerciantes en contra del hombre, cuyos antecedentes penales son mucho más amplios y se remontan a varios años.

Los pedidos de captura de esta persona eran seis y por denuncias en las comisarías Primera, Cuarta y Decimosexta, una por un asalto ocurrido el 4 de abril.

Lo más llamativo tiene que ver con el ardid que antes y ahora emplea el acusado. En la mayoría de los hurtos cometidos en negocios de la zona céntrica estaba acompañado de una niña de 8 años, quien sería su hija y que, mientras él preguntaba precios o simulaba estar interesado en alguna mercadería, agarraba lo que podía como si se tratara de una “mechera”.

Los damnificados por las repetidas acciones delictivas lo reconocieron ante la Policía como responsable de la sustracción de mercaderías, teléfonos y hasta dinero.



Viernes, 25 de enero de 2013