Un grupo de trabajadores sociales espera el avance en el tratamiento de un proyecto de ley para la creación de un cuerpo colegiado que los agrupe. La iniciativa, que tiene media sanción de Diputados, ingresó el jueves último al Senado provincial.
La iniciativa ingresó el jueves al Senado y se giró a la Comisión de Asuntos Constitucionales.
Un grupo de trabajadores sociales espera el avance en el tratamiento de un proyecto de ley para la creación de un cuerpo colegiado que los agrupe. La iniciativa, que tiene media sanción de Diputados, ingresó el jueves último al Senado provincial.
Según informó el senador provincial Gustavo Canteros a La República, el texto fue girado a la Comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales, donde podría avanzar con rapidez. “Conozco el tema, estuve en contacto con ellos varias veces; en lo personal, no tengo ningún inconveniente y creo que lo mejor es que sea aprobado cuanto antes”, afirmó.
En ese contexto, La República entrevistó a María Bar, una de las trabajadoras sociales que impulsan esta propuesta y que mantuvieron encuentros con distintos legisladores para lograr el objetivo.
—¿Cuáles son las preocupaciones que las motivaron?
—Hace muchos años estamos desorganizadas. Entendemos que los problemas sociales deberían ser abordados desde criterios científicos, metodológicos e ideológicos, que permitan la superación de una serie de situaciones que atendemos a diario.
—¿Qué beneficios obtendrían?
—Antes teníamos una Asociación del Asistente Social y luego fuimos definiendo qué modalidad organizativa nos convenía. Un Colegio tiene una mayor autonomía en la toma de decisiones, como en la matrícula y el comportamiento de los afiliados, por ejemplo. Con esto, todo el ejercicio se va a ver mucho mejor cubierto, el profesional tendrá obligaciones, como también derechos, estará más organizado.
Plantearemos una serie de debates y, fundamentalmente, estaremos en condiciones de hacer un aporte al desarrollo social. Creo que el beneficio principal será que el colectivo profesional se sienta protegido, porque un colegio lo que hace es garantizar el cumplimiento de los derechos. En general, hay muchas arbitrariedades en la implementación del ejercicio.
—¿Qué tipo de arbitrariedades?
—La precarización laboral es una de las constantes que vemos, y el Estado se constituye en el responsable de esas precarizaciones.
—¿Cree que con la colegiatura esto puede llegar a solucionarse?
—Sí, se puede solucionar. Si bien siempre la responsabilidad no va a ser del colegio, sino del Estado, queremos y pretendemos constituirnos como un actor que defina, fije, plantee y fundamente determinadas peticiones que en definitiva, son para el bienestar de todos, no solo para los colegas.
—¿Cuáles serán las funciones del Colegio?
—Una regulación de todo lo que tiene que ver con el ejercicio profesional. Por ejemplo, cuando el interlocutor es el Ejecutivo, como colegio nosotros tenemos mucha más fuerza, con toda una infraestructura, la participación de colegas en asambleas, y podemos decidir sobre estas cuestiones, elevarlas, hacer investigaciones, elaborar convenios y demás acciones.
—¿En qué difieren un asistente de un trabajador social?
—En esta provincia los criterios sociales están desactualizados. Antes se lo llamaba asistente social, pero eso quedó atrás, hoy se considera a la labor como algo mucho más amplio. Pero igualmente, no es solo el uso de una palabra, sino también la implementación de una serie de políticas, que por el momento no se visualizan.
—¿Existen quienes ejercen el trabajo sin formación académica?
—Claro. Pasa que hay una creencia de que, con buena voluntad y ganas de ayudar, puede hacer las veces de un trabajador social. Esto, además de ser falso, significa un ejercicio ilegal de la profesión.
—¿De crearse el Colegio, se diferenciará a aquellos que tienen formación de los que no la poseen?
—Es que ya hoy están fuera de la ley. El ejercicio ilegal de la profesión se lleva a cabo actualmente.
—¿Cuántos trabajadores sociales hay hoy en Corrientes?
—No lo sé. Ese es un dato que, si se aplica la ley en Senadores, tenemos que hacer un trámite en Personería Jurídica, porque los que no están empadronados formarán también parte del colegio, mediante un trámite de reempadronamiento. Entonces tendremos ese número.
—¿De qué modificaciones se habló en la Cámara de Diputados, donde se originó la iniciativa?
—Las modificaciones que nos recomendaron los diputados tienen que ver con detalles, cuestiones sobre el acto de jura y otras situaciones que no hacen a un cambio substancial del proyecto en sí.
Lunes, 12 de noviembre de 2012