Cuatro mujeres y un hombre, este último concejal local, se presentaron espontáneamente ayer y quedaron aprehendidos. En tanto, la Policía atrapó a otra mujer también buscada. Y para el martes 23 fue convocado a prestar testimonio el jefe comunal, José Cheme.
La investigación por las vejaciones contra dos menores, ocurridas en la localidad de Empedrado y en el marco de rituales de la secta kimbanda, arrojó ayer la detención de otras cinco personas y la citación a declarar al Jefe comunal local.
Fuentes policiales indicaron anoche a época que durante la jornada se presentaron espontáneamente en la comisaría de esa localidad Juan Manuel Gómez (40), Marta Medina (52), Lorenza Medina (50) y Graciela Medina (44).
Sobre ellos, en las últimas horas la Justicia había dictado órdenes de detención, razón por la cual tras su presencia se les comunicó su estado de aprehensión.
El hombre es concejal empedradeño y el martes llegó junto a su esposa, Mónica Soto, quien se desempeña como funcionaria del área de salud del Municipio.
Esta mujer se presentó ese día en forma voluntaria en Saladas y quedó inmediatamente detenida hasta tanto la Justicia pueda comprobar el grado de responsabilidad que tiene en los hechos de ultraje a dos hermanitos de 10 y 14 años en “la perla del Paraná”. Esa misma suerte no corrió su marido sino hasta un día después.
En tanto, en la comisaría local ayer llegó Susana Molina, de 56 años, quien sí tenía solicitud de aprehensión.
De esta manera, según las mismas fuentes oficiales, suman 17 las personas tras las rejas por su implicancia en el suceso que tuvo repercusión nacional y que vio la luz a fines de septiembre.
Cheme a declarar
Asimismo, en contacto telefónico con este medio, el abogado querellante, Guillermo Escalante, confirmó que el intendente local, José Antonio Cheme, fue citado a declarar.
“El jefe comunal fue convocado para el martes 23 en carácter de testigo”, aseveró.
El motivo de tal solicitud es que “en sus dichos, los chicos afirman haberlo visto en la casa de su abuela (Irene Bernal), participando de los ritos”, explicó el abogado.
Cabe recordar que los hermanos ultrajados describieron ante los investigadores una serie de episodios ocurridos desde hace unos 6 años. El chico de 14 señaló haber sufrido el primer ataque sexual cuando tenía 8. Mientras el nene de 10 relató que también tenía 8 cuando lo violaron por primera vez.
Lo más sorprendente de esta historia macabra se produjo cuando los niños hablaron detalladamente de actos o rituales donde se desencadenaban los abusos.
El lugar de rees habría sido la casa de una abuela de los menores ubicada en el barrio San Roque, a poca distancia del cementerio.
Esa mujer sería una “curandera” que mantenía vinculación con un “brujo” del pueblo, a quienes de vez en cuando visitaban dos “pai brasileños”.
Uno de los niños también contó que no hace mucho tiempo, en lo de su abuela, se juntaron muchas personas para llevar adelante uno de los rituales. En la ocasión ese lugar supuestamente fue decorado con velas rojas y un cajón en el que un hombre (habló de un tío) simulaba estar muerto. Ese día el nene de 10 años dijo ser violado por su papá y dos primos, mientras el resto de los partícipes de la ceremonia o veneración observaban.
Jueves, 18 de octubre de 2012