Una inglesa contrajo queratitis por Acanthamoeba. Se trata de una rara y dolorosa infección causada cuando una ameba, que se encuentra en el agua de forma natural, invade la córnea del ojo. La joven debió ser recluida en una habitación oscura durante tres meses.
Jennie Hurst tiene 28 años y a partir de lo que le sucedió arrancó una campaña para prevenir al resto de los mortales. Se sumergió en una piscina con sus lentes de contacto y contrajo una patología extrañísima que le costó la visión.
De acuerdo a lo que se informó en BBC Mundo, Hurst tuvo queratitis por Acanthamoeba, una rara y dolorosa infección causada cuando una ameba, que se encuentra en el agua de forma natural, invade la córnea del ojo.
La enfermedad causa sensibilidad extrema a la luz, la sensación de tener un objeto en el ojo, ojos llorosos, visión borrosa e inflamación del párpado.
La joven tuvo que ser confinada a un cuarto oscuro durante tres meses.
Y ahora está llevando a cabo una campaña para advertir sobre los peligros de nadar o bañarse usando lentes de contacto.
La infección no es nueva y, aunque puede tener otras causas, desde los años 80 se la ha asociado con frecuencia al uso de estos lentes, porque la ameba es capaz de sobrevivir en el espacio entre el lente y el ojo.
Por eso los expertos advierten sobre la necesidad de desinfectarlos con frecuencia y de retirarlos cuando el usuario nada o se baña.
Martes, 4 de septiembre de 2012