La vigilia en reclamo por la falta de una perspectiva de género en los ámbitos judiciales también se llevó a cabo en Corrientes impulsado por un grupo de referentes locales. Se manifestaron frente al Superior Tribunal de Justicia junto a otras asociaciones.
El 21 de agosto fue la fecha elegida para organizar a nivel nacional la Vigilia contra el Machismo en la Justicia. Su causa es pedirle a este organismo estatal que cuente con una perspectiva de género para dictaminar las causas. La Brigada contra la Violencia de Género es un movimiento que promueve la perspectiva de género y la erradicación del patriarcado estructural en las instancias estatales y sociales en todo el país.
Esta vez promovieron una actividad dirigida a la Justicia, pero su objetivo es trabajar en la visibilidad también de otros ámbitos a través de una militancia activa, sin importar partidos o ideologías políticas.
Desde la distintas provincias, referentes locales se adhirieron a la fecha, y en Corrientes la manifestación en las puertas del Superior Tribunal de Justicia y la entrega del petitorio formal a los jueces del organismo estuvo a cargo de la activista Carolina González, el periodista Diego Cazorla Artiela, el abogado Eduardo Black y la abogada Mariela Guastavino.
Además de la firma del petitorio y el reclamo también participaron mujeres del movimiento Barrios Unidos, presidido por Soledad Ros y particulares.
“Queremos que tengan una mirada distinta en cuanto al derecho de las mujeres y su vulneración en estos ámbitos”, declaró González. “Creemos que esto está fallando y se ve reflejado en distintos casos resonantes en los que se ven atenuantes por emoción violenta u otras cuestiones”, continuó.
Consideran que detrás de esos dictámenes existe una mirada machista en las que los hombres acusados de violencia pueden ser justificados a través de eso atenuantes.
González aclaró que esta es la primera actividad en conjunto que realiza la brigada, pero que con seguridad se continuará trabajando ya que existen “gran cantidad de violaciones a los derechos de las mujeres”.
A la vez recalcó los dos casos más paradigmáticos de Corrientes en este año con respecto a esta problemática: el femicidio de la joven Valeria Azar, que tuvo una condena buena, pero no la máxima que se esperaba, declaró; y el más ejemplar, es el caso de Andrea Alcaraz, violentamente atacada por su ex pareja en un ámbito público.
“Es el caso en el que más vemos tendencias machistas, con una sentencia mínima y atenuada simplemente porque no había denuncia previa”, explicó.
Con respecto a esta instancia en particular, es de destacar que tanto González desde su militancia, pero también los abogados desde una visión legal y Soledad de Ros, desde su trabajo social en los barrios, coinciden en denunciar el mal manejo que se hacen desde las comisarías sobre este tema. Es una instancia dónde las exposiciones quedan estancadas, y muchas veces se estigmatiza o revictimiza a las mujeres en situación de violencia.
“Hace que las mujeres no se animen a denunciar”, agregó Ros. Además cuenta que el movimiento Barrios Unidos está conformado un 90% por mujeres, así que necesariamente fueron incorporando en la práctica una perspectiva de género, “la violencia familiar es una de las cuestiones con las que más tenemos que lidiar desde el movimiento”, confesó.
Eduardo Black y Mariela Guastavino recalcaron que la Ley de Protección Integral de la Mujer ya cuenta con una vigencia en su aplicación a nivel nacional, y que no es necesario que la Provincia se adhiera para hacerla cumplir. “Aunque sería de mucha ayuda que se trabajar al respecto”.
La nota formal firmada por los presentes en la manifestación pide incorporar la perspectiva de género a la Justicia como un mecanismo de análisis de la situación que busca explicar el fenómeno de la desigualdad y la iniquidad entre hombres y mujeres.
González analiza la situación y concientización de las problemáticas de desigualdad y violencia de género en la Provincia. “Falta coordinación, que nos sumemos sin importar de qué partido político u organización vengamos”.
Así como también falta una verdadera organización por parte del Estado, sucede igual con la sociedad civil, ya que “la violencia de género es algo que nos atraviesa a todos, sin distinción de clase social”.
Miércoles, 22 de agosto de 2012