Ocurrió ayer a la tarde cuando finalizaba el horario de visita. Dos internos se tomaron a golpes y al intervenir el personal de guardia se desató un forcejeo.
Los reclusos apedrearon a los agentes que debieron replegarse. Tras casi media hora de tensión, la situación fue controlada y todos los reos fueron encerrados.
Un grupo de presos se enfrentaron ayer con agentes penitenciarios en la Unidad Penal N1. Ante el alerta de un posible motín a la alcaidía llegó rápidamente la Policía para rodear el edificio. En tanto que una dotación de bomberos se encontraba a presto para entrar en acción. Fueron al menos 30 minutos de pura tensión, pero la situación fue controlada.
En comunicación con El Litoral, Hugo Molina, jefe del Servicio Penitenciario explicó que todo se inició con una pelea entre internos en la que intervinieron los guardiacarceles y se produjo un forcejeo.
“Afortunadamente no hubo heridos y pese al gran movimientos de efectivos, el caso no pasó a mayores”, dijo Molina.
El hecho ocurrió ayer aproximadamente a las 18 en la cárcel de condenados ubicado por la avenida 3 de Abril 57 de esta ciudad.
Cuando ya culminaba el horario de visita a la que asistieron muchos niños a ver a sus padres, en el patio central se inició una violenta discusión entre dos internos. Enrique que se encuentra alojada en el pabellón N5 se enfrentó con Valdés que está en el pabellón N1. El pleito comenzó por una deuda económica. Los dos se tomaron a golpes y ante la agresividad con la que actuaban, los penitenciarios decidieron poner fin a la gresca.
Eso fue el detonante para que un grupo de internos interviniera y se desaté una batahola que dicen incluyó una especie de toma de rehenes. Los reclusos se repelieron pero iniciaron el ataque a pedradas. Ante el descontrol se alertó a la Policía y se pidió refuerzos ante una posible fuga.
Varios móviles policiales llegaron a la Unidad Penal N1 y rodearon toda la manzana.
A los pocos minutos también arribó una dotación de bomberos que se quedaron frente a la alcaidía a la espera de las órdenes del jefe del Servicio Penitenciario que se presentó en la cárcel ni bien fue notificado de los incidentes.
“Se trató mas de un alboroto, y un forcejeo entre un grupo de internos y penitenciarios. No hubo lesionados y toda la gente que participó de la visita se pudo retirar sin inconvenientes”.
“Se llamó a otras fuerzas por una cuestión de alerta y nada mas, porque no tuvieron que actuar. Nos reunimos con los dos presos que se pelearon y los mismos ya se han pedido las disculpas del caso. Incluso se dieron la mano”, precisó Molina.
“Todos los internos ya han sido encerrados en cada uno de sus pabellones y están listos para cenar”, finalizó el jefe del Servicio Penitenciario.
Lunes, 13 de agosto de 2012