Tiene una boca de 50 centímetros aproximadamente y luego se abre a 2,20 metros. Posee la forma de una botella y está asentado sobre mezcla de cal y barro.
De acuerdo con el arquitecto Pablo Rinas, encargado de los trabajos, se descarta que haya sido un aljibe o pozo negro. Teoriza con un respiradero de algún túnel.
Los obreros municipales hallaron un particular pozo en medio de los trabajos de remodelación que realizan en la plaza Cabral y lo llamativo es que hasta el momento se desconoce el origen real del hoyo.
El encargado de las tareas, el arquitecto Pablo Rinas, del área Estudios y Proyectos de la Municipalidad resumió: “De lo único que estamos seguros es que data del siglo XIX, y hasta tal vez puede ser un poco más antiguo”.
El hoyo fue encontrado debajo de lo que era una de las veredas, hacia la esquina de Santa Fe e Yrigoyen. “Necesitábamos levantar las losetas viejas y entonces se puso a trabajar una retroexcavadora. De pronto levantó una chapa de zinc vieja que cubría una tapa consistente en una mezcla de cal con barro. Esto dejó al descubierto un pozo de perfectas terminaciones”, reveló Rinas.
Añadió otros detalles que llamó la atención. “Tiene ladrillos de 45 centímetros aproximadamente. Para tener una idea luego de la demolición del antiguo mercado que estaba en Junín y San Juan sacamos ladrillos de 40 cm, pero estos son de mayor tamaño”, comparó.
Dijo además que están asentados en la misma mezcla de cal y barro, la cual puede tener otros componentes, señaló.
En tren de especulaciones, señaló que existen tres posibles alternativas: aljibe, pozo negro o respirador de algún túnel.
Sobre la primera hipótesis dijo que “no encontramos restos de moho en las paredes; si en algún momento funcionó como pozo de agua o aljibe tendía que conservar vestigios de humedad”, explicó.
En cuanto a la segunda presunción, la descartó porque tendría que tener respiraderos a determinadas alturas.
Sobre la tercera posibilidad: que sea respiradero de algunos antiguos túneles, consideró que sería la más viable, pero tampoco se arriesgó a lanzar una afirmación, ya que “no soy especialista en la materia”.
De lo que está seguro es que data del siglo XIX, o tal vez pueda ser más antiguo.
“No quiero arriesgar a mi personal a que se meta allí porque es sumamente peligroso, puede que se desmorone. A ciencia cierta no sabemos la profundidad que tiene y tampoco con lo que nos podemos encontrar allí abajo”, expresó.
“La boca es de 50 centímetros, luego se ensancha a 80, y luego sigue a 2,10 o 2,20 metros. Tiene la forma de una botella y eso también te da la pauta de que los aljibes no tenían esa forma”, precisó. Por otro lado, historiadores revelan que la Cabral es la plaza más antigua de la ciudad y destacan que si uno se para en la Catedral y mira hacia la iglesia Jesús Nazareno, el pozo queda en medio de una línea imaginaria.
Sábado, 4 de agosto de 2012