El día de la independencia, la casita de Tucumán, el cumpleaños de la patria, hechos de la historia que nos posibilitaron lo más importante; tomar nuestras propias decisiones, sentir el aire de la libertad acariciando suavemente mientras vamos por un futuro mejor.



Todos la sentimos a flor de piel, pero son estas las fechas que tenemos que sacar afuera nuestros colores, mostrarnos entre nosotros como lo que somos, hermanos de una misma patria, hijos de una misma historia y aferrados a la misma esperanza de que todo nos vaya mejor.

El día de la independencia, la casita de Tucumán, el cumpleaños de la patria, hechos de la historia que nos posibilitaron lo más importante; tomar nuestras propias decisiones, sentir el aire de la libertad acariciando suavemente mientras vamos por un futuro mejor.

Como lo hicimos en el día de la bandera, o en la peña folklórica, o como seguramente lo hiciste el día de que jugamos un partido con la selección, en ese acto en la escuela, ver la celeste y blanca, flamear con libertad, cuidada por el manto protector del cielo, es lo mejor que nos puede pasar el día que festejamos nuestra independencia.

Te invitamos otra vez, a que vivamos el 9 de julio con nuestros colores patrios, con una bandera en nuestra casa, en el auto, o con la celeste y blanca cubriéndonos con orgullo el pecho.

Somos parte de una historia única, de una tierra de oportunidades, descendientes de hombres que lo han dejado todo para que hoy podamos gritar a los cuatro vientos y con lágrimas de emoción en los ojos que somos argentinos y que el día de nuestra libertad lo festejamos con la celeste y blanca.

Sábado, 7 de julio de 2012