La pareja de Erica Soriano, la joven embarazada vista por última vez en agosto de 2010 en Lanús, continuará detenido como acusado de haberla matado en la casa que ambos compartían.La decisión fue adoptada eshoy por el juez de Lomas de Zamora Gabriel Vitale, quien considera a Lagostena acontexto utor de "homicidio simple en concurso real con aborto, en el de violencia familiar", según la resolución a la que accedió Télam.El magistrado denegó el pedido de excarcelación que había solicitado la defensa del imputado por la pena que le podría corresponder y el hecho de que tras la desaparición de Erica, Lagostena viajó al norte del país y dejó su celular encendido sobre un puesto de diarios para despistar a los investigadores.
Tal como lo sostuvieron el fiscal Gerardo Loureyro y el abogado de la familia Soriano, Marcelo Mazzeo, también se tuvo en cuenta "la influencia que habría tenido sobre algunos testigos".
Erica Soriano (30), embarazada de dos meses y medio, fue vista por última vez el 20 de agosto pasado de 2010 y la versión de su pareja es que al día siguiente ella se fue a visitar a su madre a la localidad bonaerense de de Villa Adelina, pero nunca llegó.
A un mes de cumplirse dos años de la desaparición de Erica, el juez no creyó en esa declaración y consideró que presuntamente fue asesinada dentro de su casa entre las 22 de ese día y las 5 de la madrugada del siguiente.
Para llegar a esa conclusión, reconstruyó que a pocos días de la desaparición de Erica, llamaron desde una inmobiliaria de Villa Adelina a la casa de su madre porque la joven había averiguado para alquilar una propiedad en esa zona.
Una amiga declaró que Erica le había hablado de "lo mal que la estaba pasando en el último tiempo con Daniel” y para el juez de esto surge que "Erica iba a culminar su relación de pareja con intención de mudarse a la ciudad de Villa Adelina".
Sobre lo sucedido el 20 de agosto, se dio por probado que por la tarde la pareja fue al ginecólogo y a las 22.13 Erica recibió el llamado de una amiga y le dijo que estaba yendo con Daniel hacia su casa en auto.
"Esta llamada telefónica fue el último contacto incuestionable que se tuvo de Erica Soriano con su entorno social, destacando que se encontraba en compañía exclusiva de Lagostena", dijo el juez.
Cerca de la medianoche, Lagostena comenzó a intercambiar mensajes con su sobrino Brian Poublán (22), hijo de su hermana, con quien hasta entonces no tenía un trato cotidiano ni habitual.
Alrededor de las 5 de la madrugada del día siguiente un teléfono celular a nombre de la madre del joven registró llamadas salientes en el centro porteño y la Costanera Norte, en Capital Federal, y luego se activó en Lanús, cerca de la casa del joven y su madre.
"La intensidad de llamadas (seis entre las 5.05 y 5.53) y la velocidad del regreso para volver a la casa de Viviana Lagostena, no superaron los 60 minutos, llamando poderosamente la atención", remarcó Vitale.
Una fuente judicial explicó que se cree que esas llamadas se dieron en el lapso durante el cual se hizo desaparecer el cuerpo de Erica.
Otro dato valorado para dictar la prisión preventiva es que el 21 de agosto, cuando la familia de Erica fue a su casa con la Policía para saber sobre ella, encontró allí la ropa con la que Lagostena dijo que había salido hacia lo de su madre tras mantener una discusión con él; su cartera con todas sus pertenencias, excepto el celular, y el ácido fólico que tomaba por su embarazo.
Además, la familia encontró el hogar a leña de la casa encendido, pese a que se había registrado una temperatura de casi 25 grados.
Peritos que buscaron rastros en la casa hallaron la chimenea caliente y restos de poliéster que se correspondían con una bombacha, por lo que se presume que el imputado quemó allí la ropa de su pareja, dijo un vocero.
También se encontró una mancha de sangre debajo de una mesita ratona que fue detectada con luminol, pero como había sido lavada sólo se pudo determinar que era de mujer.
"De acuerdo al recorrido minuciosamente enumerado anteriormente, entiendo que la vida de Erica Soriano y su embarazo se han extinguido en momentos que se encontraban en la vivienda de Coronel Santiago 1433 de Lanús, en manos de su pareja Daniel Lagostena, pero a su vez, habría recibido colaboración por parte de su entorno familiar", afirmó el juez.
Para atribuirle el delito de homicidio pese a que no halló el cadáver de la joven, Vitale mencionó como antecedente el caso del estudiante de Periodismo Miguel Bru, cuyo cuerpo nunca fue hallado, pero se condenó a policías que se dio por acreditado que lo torturaron hasta matarlo en una seccional de La Plata.
En el marco de esta causa, se exhumaron siete cadáveres en el cementerio de Lanús y se examinó la bóveda de la familia de Lagostena (su padre tiene una funeraria), en búsqueda del cadáver o de algún indicio de Erica, aunque sin resultados.
Además, se rastrilló un campo de los Lagostena en el partido bonaerense de Saladillo, pero no se halló ningún rastro.
Miércoles, 4 de julio de 2012